El Gobierno ha sacado la calculadora y, en 24 horas, ha hecho las cuentas que el PP se niega a echar o a revelar a la opinión pública. El vicepresidente económico, Pedro Solbes, aseguró ayer en Barcelona que las arcas del Estado dejarían de ingresar 25.000 millones de euros anuales si, tal como propuso el domingo el jefe de la oposición, Mariano Rajoy, se eleva de 9.000 a 16.000 euros el mínimo exento de pagar cuotas del IRPF.

"O no han hecho bien los números o no se han explicado bien", concluyó Solbes, quien tachó de "muy injusta" la propuesta conservadora. De los cálculos elaborados por el Ministerio de Economía y Hacienda se deduce que la puesta en práctica del proyecto de Rajoy supondría renunciar al 35% de la actual recaudación anual del impuesto de la renta. O, lo que es lo mismo, dejar de ingresar 25.000 millones de euros, lo que equivaldría a dilapidar todo el superávit del Estado en el 2006 --el mayor de la historia española: 18.000 millones-- y otros 7.000 millones de propina. Pero los populares insisten en subrayar que no habrá coste para el Estado.

LA EXPERIENCIA DE RATO El responsable del programa electoral del PP, Juan Costa, que fue mano derecha de Rodrigo Rato y artífice de la reforma del IRPF de 1998, afirmó ayer que una reducción de impuestos no siempre mengua la recaudación, pues dejar dinero en manos de los ciudadanos implica, según su tesis, más empleo, consumo e inversión a largo plazo. De hecho, Costa sostuvo que las dos reformas que acometió el PP --en 1998 y el 2001-- demuestran que se puede recuperar un 30% de ese supuesto coste recaudatorio.

El tramo de la propuesta fiscal presentada el domingo por Rajoy será aprobada, el lunes, por el comité ejecutivo del PP. En enero se hará público el proyecto al completo, y será entonces, según fuentes populares, cuando se hable de números. Cálculos que, en todo caso, ya deben estar hechos, porque Rajoy confesó recientemente que su reforma fiscal costaría menos que las dos de José María Aznar juntas: 8.800 millones.

El secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado, consideró que la propuesta lanzada por el PP cuenta con "la desmesura propia de la campaña electoral", y auguró que conllevaría menos gasto social. El secretario de organización del PSOE, José Blanco, dijo que cuando la derecha no tiene "nada que ofrecer" recupera la "vieja película" de bajar impuestos.