El margen y la voluntad del Gobierno existen y en el 2009 se aplicará el nuevo modelo de financiación. Pero en los presupuestos del año próximo, la casilla que cifre el fondo de solidaridad, los recursos que ofrecerá el Estado a las autonomías, podría ser testimonial, con una cifra muy similar a la del presupuesto del 2008, con el todavía modelo vigente. La concreción de esa cifra la podría fijar el Gobierno en los primeros meses del 2009 para que, con carácter retroactivo, el sistema entre en vigor el 1 de enero de ese año. Todo dependerá de las difíciles negociaciones del Gobierno con los representantes de los gobiernos autonómicos.

El vicepresidente económico, Pedro Solbes, admitió esa posibilidad al presidente del grupo parlamentario de ERC en el Congreso, Joan Ridao, con quien negoció ayer los presupuestos. Ante el "choque de trenes" que se produjo en la reunión, en palabras de Ridao, por la petición de los republicanos de que se aumente el gasto social en partidas como inmigración o en la ley de dependencia, el diputado de ERC optó por obtener detalles sobre el modelo de financiación que desea acordar el Gobierno.

El equipo económico del Gobierno quiere convocar en dos o tres semanas al Consejo de Política Fiscal y Financiera, que reúne a los consejeros de Economía de todas las autonomías. Previamente ya ha establecido contactos, principalmente, con Cataluña. El objetivo sigue siendo llegar a un acuerdo antes de que acabe el año y fijar todos los detalles en el presupuesto del 2009. Pero el Ejecutivo es "realista", según interpretó ayer Ridao, y ya se cura en salud.

REUNION SECRETA Solbes reconoció a Ridao que en las últimas semanas se ha avanzado con la Generalitat, pero que siguen existiendo diferencias con el equipo económico del Gobierno catalán. Quizás por eso, según confirmaron a este periódico fuentes socialistas, los presidentes español, José Luis Rodríguez Zapatero, y catalán, José Montilla, se reunieron en secreto el 4 de septiembre en La Moncloa. Ambos líderes se conjuraron para evitar un choque de consecuencias imprevisibles para sus gobiernos y acordaron enfriar y reconducir la negociación. José Blanco, vicesecretario general del PSOE, comulgó ayer con este tono de fraternidad y reunió a varios líderes autonómicos para recordarles la necesidad de evitar declaraciones fuera de tono sobre la financiación.