A las autonomías no les saldrá gratis la rebaja del IRPF anunciada por el Gobierno. El vicepresidente Pedro Solbes anunció ayer a los consejeros de Economía que el Estado no compensará a las comunidades por la caída de ingresos que sufrirán desde el próximo año, cuando el impuesto de la renta baje una media del 6% por decisión del Ejecutivo. Para neutralizar la pérdida, cifrada en unos 600 millones de euros anuales, Solbes instó a las comunidades a subir su tramo del IRPF --del 33%-- en la misma proporción en la que lo bajará el Estado.

El Gobierno y las autonomías de régimen común, reunidos en el Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), iniciaron ayer con una áspera sesión el debate sobre el nuevo sistema de financiación autonómica, que se antoja largo y tortuoso. Largo, porque Solbes da por hecho que la reforma no entrará en vigor hasta el 2008. Y tortuoso, porque el PP está dispuesto a plantear batalla al Gobierno a través de las comunidades donde gobierna.

EN VISPERAS ELECTORALES Antes del encuentro, Solbes avanzó que iba a explicar a las autonomías que, aunque la anunciada bajada de la tarifa del IRPF diezmará sus finanzas, "no da lugar a compensación" por parte del Estado. ¿Por qué? Pues porque cada comunidad, merced a la capacidad normativa de que dispone para subir sus tributos, "puede reponer" la rebaja del IRPF que el Gobierno hará efectiva en el 2007. Es decir, que las comunidades tienen dos alternativas: resignarse a perder recursos o asumir el coste político de subir su tramo del IRPF en puertas de las elecciones autonómicas.

La tensión se disparó en el CPFF cuando se abordó el debate sobre el nuevo sistema de financiación. Los consejeros del PP llegaron con una lista de 50 preguntas acerca del acuerdo de financiación alcanzado por el presidente del Gobierno y el líder de CiU, Artur Mas, para su inclusión en el nuevo Estatuto catalán.