Después de ver cómo las comunidades autónomas, muchas de ellas gobernadas por los socialistas, se están tirando los trastos a la cabeza por ver cuál debe salir mejor parada de la reforma del sistema de financiación, el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía, Pedro Solbes, dio un capón general a todos los territorios por este comportamiento. Una actitud que, a su juicio, se produce porque las autonomías están más preocupadas por "el dinero inmediato" que por "la lógica del sistema".

Por ello, advirtió de que la fórmula deberá ser "transparente y válida para todos", y no podrá contemplar, "como antes", negociaciones bilaterales entre el Ejecutivo central y una región, con pactos "desconocidos" para el resto. Precisamente, el Estatuto catalán establece que el acuerdo de la nueva financiación de la comunidad debe alcanzarse de manera bilateral entre los gobiernos español y catalán.

En este sentido, Solbes intenta sacar la cuestión financiera del terreno de la mera repartición de los recursos e intenta conseguir que los territorios sigan manteniendo la dinámica de la solidaridad en el nuevo modelo.

En la misma línea que marcó el jueves José Luis Rodríguez Zapatero, Solbes aseguró, en una entrevista a Efe, que la propuesta presentada por el Gobierno da pistas y "posibilidades significativas para avanzar" en la negociación, aunque lamentó que, cuando se empieza a hablar, "todo el mundo" quiere solo saber "cuánto le toca". "Ese no es el tema fundamental. Hay que aprovechar que es la primera vez que hay una verdadera negociación para lograr entre todos un sistema consistente y coherente a largo plazo. Luego ya veremos el problema de las cantidades", apostilló.

"El criterio para garantizar todos los servicios puede ser la población u otro distinto, pero habrá que encontrar una forma de financiación para aquellos otros servicios", aseveró.

CONFIANZA EN EL PSC "Me gustaría que los distintos grupos políticos hicieran lo mismo", añadió Solbes, en alusión al PSC. En cualquier caso, está convencido de que no habrá problemas en el seno del PSOE por la postura de los 25 diputados catalanes en este asunto, y mucha menos discrepancias atisba en la votación de las cuentas públicas.

De todos modos, ante posibles amagos, avisó: "El PSOE, tanto en el Congreso como en el Senado, juega como un único partido, y así lo hará a la hora de votar el presupuesto". Aunque admitió entender que haya "tácticas", Solbes se comprometió y pidió no hacer manifestaciones que puedan "acentuar confrontaciones o romper puentes".