España no volverá a enviar tropas a Irak, aunque estuvieran bajo el mando de la ONU o de la OTAN. Así lo afirma José Luis Rodríguez Zapatero en una entrevista publicada ayer por The New York Times , en la que hace un repaso amplio de la política española e internacional.

"Las tropas españolas ya han gastado allí tiempo y han completado su misión en Irak. No hay discusión sobre un posible regreso", dice tajante el presidente del Gobierno.

A la pregunta de si reconsideraría su posición en el caso de que los cascos azules de la ONU asumieran el mando militar en el país árabe, Zapatero replicó: "En estos momentos eso suena más bien improbable, o utópico, o muy optimista".

En cuanto al posible establecimiento de una fuerza multinacional bajo el mando de la OTAN, según el modelo de intervención seguido en Afganistán, el presidente se limita a señalar que "no sería una alternativa realizable". A su juicio, si se dan las condiciones para un traspaso de soberanía al pueblo iraquí, será el momento para que fuerzas de la Liga Arabe desempeñen un papel en el proceso de estabilización de Irak.

Zapatero también se refiere al escándalo internacional desatado por las torturas y humillaciones de prisioneros iraquís por parte de militares estadounidenses. Preguntado si el presidente de EEUU, George Bush, debería disculparse, dice: "El sabrá lo que debe hacer". Añade, sin embargo, que las declaraciones que ha hecho Bush al respecto han ido "en la dirección correcta".

ENCUENTRO Pese a la dura conversación que mantuvo con Bush al día siguiente de ordenar la retirada de las tropas españolas, Zapatero auguró que las relaciones entre ambos serán "fáciles". Dijo estar dispuesto a reunirse con el presidente estadounidense, aunque admitió que éste aún no le ha propuesto un encuentro. "Incluso estaría dispuesto a darle mi opinión sobre las elecciones de noviembre, si la quisiera saber", bromeó. Para Zapatero, es "obvio" que las elecciones del 14-M tendrán un "impacto" en los comicios presidenciales estadounidenses.

Zapatero se confiesa un "gran admirador" de EEUU por su "democracia, espíritu emprendedor y fortaleza", y asegura que por "ser tan proamericano" ha recibido críticas "desde la izquierda en España".