Ante cerca de un centenar de periodistas apelotonados en una minúscula sala del Club de Amigos de la UNESCO de Madrid, cinco patrocinadores de la nueva formación política de la izquierda aberzale, Sortu, reivindicaron su independencia, exaltaron los principios democráticos que emanan de sus estatus y reiteraron que nada tienen que ver con el pasado y que por tanto, todo el derecho a presentarse a las próximas elecciones y que “merecen” una oportunidad para ganarse la credibilidad.

Todo iba bien hasta que empezó un incómodo turno de preguntas que en las dos intervenciones anteriores habían evitado. El catedrático Patxi Zabaleta, que se ha eregido como portavoz de la formación, no quiso ser descortés, escuchó las preguntas, pero inexplicablemente contestó las que quiso o las que pudo. Ante la crucial, ¿Por qué no aprovechan y piden a ETA que se disuelva, y así se ganarán la confianza?, Zabaleta tiró pelotas fuera y reiteró que los estatutos presentados al mediodía en el Ministerio del Interior contemplan el rechazo a todo tipo de violencia, “especialmente la de ETA”. Agradeció la presencia de los informadores, pidió comprensión ante su postura de no responder a todo, y se despidió.

Antes, reiteró que no son "continuidad de nada, nadie fagocitará este partido para utilizarlo con principios y actuaciones distintas a lo que establecen sus estatutos", haciendo referencia al rechazo que han proclamado a todo tipo de violencia y al compromiso de la formación en trabajar "exclusivamente a través de las vías políticas". El portavoz de la nueva formación ha añadido que serán "los garantes de los principios establecidos" en los estatutos y por ello piden al Gobierno español y los tribunales que "miren en interés de la Justicia" y permitan a Sortu presentarse a las elecciones municipales y forales del próximo mayo.