Por la gracia de Dios. Esa fue la explicación que uno de los siete terroristas suicidas de Leganés dio a su familia para justificar su inmolación, en una carta en la que les pide que sigan sus pasos. El escrito figura en la resolución que ayer hizo pública el juez Juan del Olmo, en el que reproduce los informes policiales emitidos por distintos cuerpos desde el 11-M para facilitar la defensa de los 74 imputados.

El magistrado levantó ayer parcialmente el secreto de su investigación, a la que se dedica en exclusividad, en una resolución de 125 folios. En ella, recoge los informes elaborados por las comisaría general de información, científica y de explosivos sobre las personas y los explosivos relacionados con el 11-M.

En uno de esos documentos se acredita que Abdenabid Kunjá redactó tres cuartillas, dirigidas a su esposa, suegros, hijos y a sus hermanos en las que les anunciaba que iba a convertirse en mártir. Esos escritos fueron entregados a la policía por el encargado de la obra de construcción en la que trabajaba Saed el Harrak, detenido en mayo pasado.

"BAJO LA MIRADA DE INFIELES" En esas cartas, el terrorista afirma: "No soporto vivir en esta vida como una persona débil y humillada bajo la mirada de los infieles". Por ello, agradece a Dios que le haya concedido "el martirio". Además, explica a su mujer que "ha vivido anhelando" cometer los atentados.

Además, Kunjá pidió a sus suegros que no dejen que su familia "emigre a los países infieles donde no se sabe la ubicación del bien". Por ello, les instó a "proteger a sus familias del infierno". Asimismo, el terrorista confesó a sus hijos que le asustaban "el sufrimiento y la cárcel", pero agradeció a Dios "haber podido realizar este trabajo", ya que "la religión ha venido con la sangre y con los cuerpos troceados". Por eso, les pide que sigan a los muyahidines en todo el mundo. "Quizás seréis unos de ellos, ya que eso es lo que espero de vosotros", apostilla.

TELEFONOS Y ETA Respecto a los teléfonos móviles empleados en la matanza para activar las bombas, la policía asegura que eran "sumamente básicos" y que su confección se podía encontrar en internet. También que su mecanismo es similar a los empleados por grupos terroristas en Israel. Y admite que, aunque no es el más común de los sistemas de activación, "se ha extendido" a otros grupos terroristas, entre los que cita a ETA. A modo de ejemplo, la policía aportó al juez una fotografía de siete teléfonos móviles intervenidos al comando Buruntza de ETA.

Además, los agentes han estudiado el empleo de chalecos bombas, usados por los suicidas en Leganés. Y recuerdan que ETA utilizó la técnica del chaleco el 4 de marzo del 2000 para introducir un artefacto explosivo en el edificio de la Bolsa de Bilbao. El artefacto fue desactivado, y "no se han podido establecer similitudes" con otros empleados por árabes en años anteriores.

El juez critica a la Guardia Civil por no haber vigilado mejor el registro de las minas asturianas de las que se robó el explosivo usado el 11-M. En concreto, le reprocha que no controlara que hasta el 18 de marzo del 2004 las cifras que apuntaba el encargado siempre eran redondas. Del Olmo cree que el exminero José Emilio Suárez Trashorras sólo habló con su confidente policial de drogas.

SOLICITUD DE DOCUMENTOS El magistrado pidió ayer al Gobierno que le envíe todos los documentos reservados elaborados por los servicios secretos sobre el atentado del 11-M y que han sido analizados en la comisión de investigación del Congreso.