La Sala especial del artículo 61 del Tribunal Supremo ha emitido un auto en el que rechaza la inscripción de Sortu en el registro de partidos porque considera que la nueva marca de la izquierda abertzale "es una amenaza objetiva y grave para la democracia". También sostiene que el proyecto fue "diseñado" por ETA en el 2009 "en connivencia" con Batasuna para poder concurrir a las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo (22-M).

Según los jueces, "ETA podría financiarse si lograran subvenciones electorales o manejaran presupuestos municipales". Asimismo, los jueces sostienen que Sortu tiene por objeto ser utilizado por ETA "para recuperarse de la situación de debilidad" que le ha ocasionado "la ilegalización de Batasuna y la presión policial".

Frente a esta tesis, siete de los 16 magistrados han emitido un voto particular en el que acusan a sus compañeros de haber sustituido "la valoración de la prueba" por "conjeturas".

Estos magistrados afirman que la nueva marca de la izquierda abertzale responde a las discrepancias "graves" surgidas en el seno de la izquierda abertzale, que abocan a que un sector haya optado por defender "determinadas aspiraciones políticas independentistas por vías estrictamente políticas". También afirman que "el apartamiento de Sortu respecto a ETA es una hipótesis plausible". Asimismo, estos jueces apuntan a que en caso de que durante la andadura de Sortu se constate sus vínculos con ETA "el Estado tiene poder político para reaccionar con eficacia".

El letrado de Sortu, Iñigo Iruin, ha presentado una queja por la filtración del contenido del auto al diario El Mundo y anuncia que estudia denunciar a jueces ante el Consejo General del Poder Judicial.