Baltasar Garzón volverá a recorrer los 200 metros que separan la Audiencia Nacional del Tribunal Supremo (TS) el 10 de mayo para declarar como imputado en la querella que tramita contra él el alto tribunal por haber autorizado la grabación de las comunicaciones que los principales acusados del caso Gürtel mantuvieron en la cárcel con varios abogados. Esta es la tercera ocasión en menos de un año que el juez comparecerá como imputado en el TS.

El magistrado del Supremo Jorge Alberto Barreiros comunicó ayer esta decisión después de que la sala penal admitiera a trámite la querella cursada por el letrado Ignacio Peláez contra Garzón por los delitos de prevaricación y contra la intimidad. Este abogado representa al empresario José Luis Ulibarri, imputado en la trama. También figuran como acusación el jefe de la red corrupta, Francisco Correa, y su lugarteniente, Pablo Crespo.

La fiscalía del alto tribunal se ha empleado a fondo para intentar desactivar este proceso, ya que las escuchas ordenadas por el juez de la Audiencia Nacional fueron avaladas por Anticorrupción. Las grabaciones --que ya han sido anuladas por la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid-- revelan que los abogados recibieron órdenes de Correa y Crespo para recuperar el dinero que tenían escondido en el extranjero. Por ello, dos de los letrados que intervienen en las charlas fueron imputados por blanqueo.

SECRETO PROFESIONAL En el proceso aún no se ha personado el Colegio de Abogados de Madrid, a pesar de que anunció que iba a sumarse a la iniciativa de Peláez. Fuentes jurídicas han explicado que dicho organismo duda del papel que debe jugar en este caso, ya que es consciente de que las doctrinas del Constitucional y del Tribunal Europeo de Derechos Humanos sostienen que el secreto profesional de los abogados no es inviolable cuando de lo que se trata es de investigar si los letrados utilizan este derecho para cometer delitos.

Esta es la tercera querella que tramita el TS contra Garzón. En las otras dos ya ha declarado como imputado. La presentada por dos grupúsculos de la ultraderecha por investigar los crímenes del franquismo es la que está más avanzada y es la primera que lo conducirá al banquillo si no prosperan las iniciativas del juez, que ha recusado al instructor, Luciano Varela, y ha solicitado que se aparte del caso a Manos Limpias después de que haber sido expulsada Falange. La otra querella, por el patrocinio de los cursos que el magistrado impartió en Nueva York, está pendiente de que declaren directivos del Banco Santander.