El Tribunal Supremo ha archivado la querella presentada el pasado 3 de abril por el PCE, junto a la 'Plataforma Juicio a Aznar', contra el citado ex presidente del Gobierno y sus ministros de Defensa y Exteriores, Federico Trillo y Ana Palacio, a los que se acusaba de haber incurrido en varias conductas tipificadas en el Código Penal por "meter a España en la guerra de Irak". El alto tribunal resuelve que sólo tiene competencia respecto de Trillo y que no hay material para encausarle. El Supremo admitió a trámite este asunto dada la condición de aforado de Federico Trillo, que es diputado en el Congreso. Considera, no obstante, que no se dan las necesarias condiciones de conexidad para unificar en este órgano la instrucción de una causa penal referida a las tres personas contra las que se dirigió la querella, y únicamente se admite la competencia para investigar a Trillo, según la agencia Europa Press.

El Supremo añade que "analizados uno a uno los hechos narrados en la querella, cabe apreciar que en ella"no se dedica una sola línea al aforado", al igual que ocurre con Palacio, a ambos sólo se los menciona a la hora de imputar los delitos. Por ello, el Supremo declara su falta de competencia para investigar a Aznar y a Palacio por los hechos denunciados y, a continuación, acuerda el archivo de las actuaciones "por no ser los hechos constitutivos de los delitos denunciados". Con ocasión de la presentación de esta querella, una treintena de simpatizantes y firmantes de la iniciativa se han concentrado ante las puertas del Tribunal Supremo, portando pancartas con el lema 'No a la impunidad, juicio a Aznar'. Asimismo, algunos de ellos portaban dibujos de manos con pintura roja que simulaba sangre junto al nombre del ex presidente del Gobierno.

El secretario general del PCE, Francisco Frutos, también estaba presente. "Era absolutamente necesario, esto es una querella que no debe prescribir, es la querella de los derechos humanos frente al crimen cometido en este caso con la humanidad, del cual es responsable Aznar". "Confío en que el Tribunal Supremo sabrá leer lo que ocurre en el mundo, sabrá mirar a los ojos al 80% de los ciudadanos españoles, que en aquel momento estaban contra la guerra por encima incluso de ideologías", .La madre de uno de los fallecidos en el 11-M, Isabel Casanova, firmante de la querella, también ha acudido al Tribunal Supremo. "Para mi es uno de los días desde hace cinco años en el que estoy sonriendo, nos merecemos que esto se admita a trámite, porque los muertos los hemos puesto nosotros", aseguró visiblemente emocionada. El texto de la querella decía literalmente que la implicación de España fue total y absoluta en la tragedia de la guerra de Irak. No sólo por el apoyo militar en la guerra, sino también por el político y logístico, como lo prueban, según los precursores de la iniciativa, las reuniones entre Aznar y Bush en Crawford y en las Azores antes de la invasión.11-M: Una consecuencia de la guerra La querella también aseguraba que los atentados del 11 de marzo de 2004 fueron consecuencia directa de la participación de España en la guerra. Concretamente, uno de los letrados, Agustín Morán ha explicado que "seis años después, la querella persigue la defensa de la paz y de la democracia". Según ha dicho, su acción pretende la imputación de Aznar por tres delitos. "El primero tiene que ver con la declaración de guerra al margen de lo que la Constitución establece, y que contempla el delito de alta traició;, un segundo delito por toda la muerte y devastación originada por las decisiones de la invasión de Irak, miles y miles de muertes y de destrucción de bienes y, por último, también se le acusa por los 192 muertos y los 2000 heridos que hubo como consecuencia de los atentados del 11-M, porque se ha acreditado que hay una relación causa-efecto entre ese atentado y la participación del Estado Español en la invasión de Irak", ha explicado el abogado. La Sala que ha adoptado esta resolución, que coincide con el criterio del Ministerio Fiscal, está integrada por los magistrados Juan Saavedra, Joaquín Giménez, Andrés Martínez Arrieta, Miguel Colmenero y Francisco Monterde, que ha actuado de ponente.