Susana Díaz: -«Está usted nervioso».

Luis Aznar (senador del PP): -«¡Yo no me he tomado cuatro cocacolas! Lo digo por lo de los nervios».

S. Díaz: -«¿Y eso es malo? Son cocacolas cero, sin cafeína. Pues sí, lo siento, tengo esa adicción».

La presidenta de la Junta de Andalucía logró ayer desesperar al PP en el Senado. Los conservadores fueron demasiado optimistas al pensar que podrían convocar a Susana Díaz en la comisión que investiga la financiación de los partidos y apuntarse todos los tantos. El PP se topó con las tablas de la dirigente socialista, que logró enervar en más de una ocasión al portavoz encargado de interrogarla, Luis Aznar. El tono de la sesión, que duró cinco horas y media, se elevó tanto que en un momento dado Díaz le reclamó que hablara más suave. «Le levanto la voz en lo que estimo oportuno y conveniente», le respondió Aznar.

El espectáculo volvió a demostrar que las formaciones no aprovechan con fines públicos estas comisiones. Se usan para atacar al rival y poco más, sin aspiraciones de mejorar el sistema; en este caso, el control para evitar la corrupción política.

En este «sainete», como lo tildó Díaz cuando se fue, los protagonistas mezclaron según su interés los casos de corrupción que han sacudido al PP y al PSOE.

Aznar denunció que el marido de Díaz y tres cuñados han trabajado para empresas subvencionadas por la Junta. La presidenta no lo negó, pero insistió en que los sueldos eran de «mileuristas». Ante los comentarios sobre su esposo, José María Moriche, se lanzó contra el PP. «Mi marido cobraba entre 700 y 1.200 euros al mes. Era un currante. Y fue despedido cuando yo entré en el Gobierno. Él, que era un currante, no comía con [el excomisario José Manuel] Villarejo ni traía un Jaguar a casa», declaró Díaz recordando el escándalo de los audios que ha hecho caer a María Dolores de Cospedal y el dinero de la Gürtel que recibió indirectamente Ana Mato.

La validez de Sánchez

En las cinco horas y media también hubo tiempo para confesiones inesperadas y sonrisas. «Pedro Sánchez es un tipo con más capacidad que yo. A la vista está», llegó a decir Díaz cuando Aznar le buscó las cosquillas por su rivalidad con el líder del PSOE.

El PP se fue de la comisión sin ningún titular que pueda perjudicar a la dirigente antes de las elecciones andaluzas del 2 de diciembre. La política defenderá el baluarte del PSOE, que lleva 37 años gobernando en esa comunidad.