La tensión del conflicto catalán se desbordó anoche a borbotones durante la recepción privada que el Instituto Smithsonian, uno de los organismos culturales más prestigiosos del mundo, ofreció para las delegaciones de Cataluña y Armenia, las dos culturas invitadas para el multitudinario festival que se inaugura este jueves en Washington. La delegación catalana, encabezada por el 'president' Quim Torra, se levantó en pleno discurso del embajador español, Pedro Morenés, y lo dejó plantado después de que su alocución fuera interrumpida en varias ocasiones con pitidos y gritos de "libertad a los presos" políticos, según diversas fuentes. A la delegación política que acompaña al presidente se unieron otros catalanes que han sido invitados a participar el Folklife Festival. Solo volvieron a entrar a petición de los organizadores y una vez terminado el discurso de Morenés.

"Menudo pollo. Ha sido alucinante. Brutal", dijo asombrada una de las asistentes a la recepción, que se había concebido sin acceso a la prensa, aunque los corresponsales de los medios públicos catalanes recibieron invitaciones a título privado. (Luego la embajada trató de acreditar a otros medios, pero no tuvo éxito). Eso hace que haya que contar lo que sucedió en la voz de terceros. Esas voces cuentan que la recepción organizada por el Smithsonian para recibir a las dos delegaciones que protagonizan el festival y presentarlas en sociedad transcurrió con normalidad hasta que los invitados se sentaron a cenar. "Como mínimo 200 personas", dijo uno de los asistentes.

En los siguientes vídeos publicados por la jefa de prensa de Torra, Anna Figuera, se puede ver cómo transcurrieron los hechos:

Primero intervino el presidente de Armenia. Y luego tomó la palabra Torra, que como ha venido haciendo de forma consistente desde que llegó a Washintton, volvió a hablar de los "presos políticos" y los exiliados, el derecho a la autodeterminación o la regresión democrática que existe en España a ojos del Gobierno catalán. Al final del discurso del 'president', parte de la comitiva catalana se puso de pie a cantar 'Els Segadors'. La comitiva no solo incluía al equipo de Torra o el presidente del Parlament, Roger Torrent, sino también a artistas, cocineros, artesanos o 'castellers' que participan a partir de este jueves en el festival.

Abucheos y pitos

A Torra le siguió en el estrado el embajador Morenés, que como el dirigente catalán habló en inglés. Ya comenzado su discurso algunos miembros de la comitiva catalana se pusieron de pie y le dieron la espalda. Otros le abuchearon. Hubo pitos. Y se escucharon gritos de "libertad a los presos políticos". En medio del guirigay y del discurso de Morenés, "el president Torra se levanta y se va. Luego salen el resto de miembros de la delegación", asegura una fuente del Govern catalán. Ya fuera del edificio esperan en los jardines del museo hasta que un representante del Smithsonian les ruega que vuelvan a sus mesas. Lo hacen una vez acabado el discurso del embajador.

Ninguna de las partes ha hecho público el discurso de su representante público. Esgrimen que la recepción era sin cámaras y, por lo tanto, para consumo privado. Pero la delegación catalana sostiene que se sintieron "tan insultados" y "maltratados" por lo que dijo el embajador que decidieron marcharse. Así lo explicó después Torra a la Agència Catalana de Noticias (ACN), donde acusó al embajador de llamarles "mentirosos" y "falsear la historia de lo que está pasando en Catalunya". "Pido, por tanto, la dimisión inmediata del embajador porque el grado de insulto al que hoy se ha llegado no lo podemos aceptar ni tolerar. Me gustaría que el Gobierno español haga pública su protesta por lo que ha sucedido", aseguró el 'president'.

Desde el entorno de la embajada se dice que Morenés definió a España como una democracia y un Estado de derecho. Y se añade que el discurso de Torra fue "muy duro y presentó a España como un Estado represor". Sea como fuere, se vivieron "momentos de tensión y de incomodidad".

Petición de la organización

El incidente en la capital de Estados Unidos llega solo unos días después de que el director del Folklife Festival asegurara a este diario que se ha pedido a los representantes de las culturas invitadas que no politicen el festival. Justo lo que sucedió. Una verbena mejor que las de San Juan. Los ánimos ya venían muy calientes por las acusaciones que se han vertido desde que Torra llegó a Washington el martes. "La tenebrosa diplomacia española se mueve cada vez que Catalunya alza la voz en el mundo", dijo la víspera el presidente catalán, antes de añadir que la diplomacia española habría tratado "boicotear y modular nuestra voz" durante este viaje. Huelga decir que en la embajada se han sentido ofendidos.

Lo cierto es que ambas administraciones están enfrascadas en una batalla diplomática para tratar que su discurso se imponga. Y es probable que la escenificación de anoche sirva a la Generalitat para que se vuelva a hablar en EE UU del conflicto en Catalunya. Solo unas horas antes de la recepción en el Smithsonian, Torra se entrevistó con uno de los responsables de Opinión del Washington Post. Y lo hizo después de reunirse con una organización especializada en la resolución de conflictos. El festival, por cierto, abre este jueves sus puertas al público. Y en principio se espera que tanto Torra como Morenés vuelvan a pronunciar discursos.