Los ciudadanos perciben la situación económica de España como la peor de toda la legislatura y vuelven a pensar que el terrorismo es el principal problema en el país, según el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) correspondiente a diciembre de 2007 y dado hoy a conocer. La muestra, elaborada entre el 18 y el 28 de diciembre, tres semanas después del atentado mortal de ETA contra dos guardias civiles en Capbreton (Francia), sitúa al terrorismo como mayor preocupación ciudadana, al aumentar en sólo un mes 10,5 puntos y ser mencionado por el 39,6 por ciento de los encuestados.

Después del terrorismo figura el paro, que del primer puesto que tenía en noviembre con un 40 por ciento baja hasta el 38,6 por ciento, seguido de los problemas económicos, que repiten en tercera posición, aunque su porcentaje haya aumentado del 29,4 al 32,9. Según el CIS, el 35,9 por ciento de los españoles opinan que la situación económica es "mala" o "muy mala", la cifra más alta de percepción negativa de toda la legislatura. Al mismo tiempo, la percepción positiva es también la más baja en cuatro años, ya que por primera vez se sitúa por debajo del 20 por ciento, de manera que en diciembre un 19 por ciento de ciudadanos consideraban la situación económica como "buena" o "muy buena". En el término medio, el 44,1 por ciento de los encuestados la definía como "regular". El futuro es percibido por los españoles de manera más pesimista que en el anterior barómetro, puesto que un 32,4 por ciento dice que en un año la economía empeorará, el porcentaje más alto de 2007, y sólo un 9,8 vaticina que mejorará, también la cifra más baja en un año; un 42,6 augura que continuará igual.

El CIS pregunta además por la situación política, con una percepción también peor respecto a la encuesta de noviembre. Si en aquel mes un 17 por ciento la veía como "buena" o "muy buena", en diciembre la considera así el 15,5 por ciento. Del 34,3 por ciento que la creía en noviembre "mala" o "muy mala" se pasa al 36,7 por ciento, mientras que los que la perciben en el último barómetro como "regular" suman un 40,2 por ciento. Dentro de un año, el 12,9 por ciento apunta que la vida política mejorará (el 13,5 en el anterior barómetro), el 16,2 afirma que irá a peor (15,8 en noviembre) y el 44,8 augura que no variará.

En cuanto a los principales problemas, el terrorismo ha vuelto a ocupar el primer puesto que dejó en el verano (en julio un 44,1 por ciento lo veía como la mayor preocupación), el desempleo queda segundo aunque baja del 40 por ciento al 38,6 y la vivienda, que fue segunda en noviembre (32,9 por ciento) pasa al cuarto puesto con un 28,8 por ciento. El quinto lugar es para la inmigración, que repite posición al ser mencionada por el 26,9 por ciento (antes el 28,6 por ciento). Cuando los ciudadanos son consultados sobre los problemas que más les afectan personalmente, la mayoría cita "los problemas de índole económica" (36 por ciento), a continuación la vivienda (24 por ciento), el paro (18,1 por ciento) y "los problemas relacionados con la calidad del empleo" (13,3 por ciento). En esta tabla el terrorismo queda relegado a un octavo puesto, ya que lo cita el 8,3 por ciento de los consultados, por detrás de la inseguridad ciudadana (11,3 por ciento), la inmigración (8,7 por ciento) y las pensiones (8,4 por ciento).