La presidenta de la Cámara vasca, la popular Arantxa Quiroga, sorprendió ayer al secundar las acusaciones lanzadas por el europarlamentario Jaime Mayor Oreja, en las que sostenía que estaba en marcha una nueva fase de negociaciones entre ETA y el Gobierno socialista. Quiroga, que llegó al cargo gracias a los votos de los socialistas vascos, y que se ha mostrado como una firme defensora del pacto PP-PSE, afirmó en una entrevista en El Correo que "no puede poner la mano en el fuego" por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Quiroga no fue la única que avivó las dudas respecto a las intenciones de los socialistas de negociar con los terroristas. La vicesecretaria de organización del PP, Ana Mato, también dio total credibilidad a las graves acusaciones del exministro del Interior Mayor Oreja, al que definió como alguien que "conoce muy bien" a ETA, por lo que "es importante que escuchemos" sus palabras. Oreja había asegurado que entre socialistas y terroristas había una "confluencia de intereses".

También desde las filas populares en el País Vasco surgieron voces que alimentaban esa línea crítica, radicalmente diferente a la marcada días atrás por su principal responsable, Antonio Basagoiti, quien había mostrado su convencimiento de que el Gobierno central está "en la derrota de ETA". Por el contrario, la parlamentaria Laura Garrido advirtió ayer de que, "en el momento en que se pongan hechos y pruebas encima de la mesa de que pueda haber esa negociación", sería necesario romper inmediatamente el pacto con los socialistas vascos. La evidente brecha en el PP vasco en torno a la cuestión obligó a intervenir al portavoz del partido, Leopoldo Barreda, que se alineó con Basagoiti y marcó distancias con Mayor Oreja: "Apoyamos una política de hechos contra ETA como la que lleva a cabo el Gobierno".

"INOPORTUNA" La respuesta socialista a las dudas planteadas por varios dirigentes populares no se hizo esperar. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, rechazó que se planteen "escenarios de ciencia ficción" sobre posibles negociaciones con ETA para plantear "sombras de sospecha" sobre el Ejecutivo central. Pastor denunció que Quiroga haya ejercido "casi de portavoz del PP más que de presidenta" de la Cámara, y tachó de "inoportunas" sus declaraciones.