El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, no anda desencaminado al expresar su preocupación por el deterioro que el caso Garzón supone para la imagen de la justicia española en el mundo. The New York Times le demostró ayer que tiene motivos para estar inquieto al dedicar al asunto un editorial en el que afirma que la suspensión del juez "complacería a sus enemigos políticos, pero sería una parodia de justicia". El artículo subraya que "los auténticos crímenes son las desapariciones" durante la guerra civil y el franquismo "y no la investigación del señor Garzón"