Los actores políticos reaccionaron a las detenciones de nueve activistas independentistas según su adscripción partidista. Dirigentes del PP y de Ciudadanos felicitaron a los cuerpos policiales y dieron credibilidad a las acusaciones; desde el PSOE y Podemos se optó por la prudencia; y los principales líderes soberanistas, empezando por Quim Torra, desacreditaron la operación con contundencia.

A grandes rasgos, ERC, JxCat y la CUP dijeron lo mismo sobre la detención de nueve miembros de los CDR: que constituía un intento del Estado de «generar un relato falso» para atribuir acciones violentas a los independentistas. Quizás quien llevó más lejos el argumento fue el presidente de la Generalitat, para quien la operación policial fue un episodio más de «represión del Estado español», que relacionó con la inminencia del desenlace del juicio del procés. «Están intentando volver a construir un relato de violencia antes de las sentencias. No lo conseguirán. El movimiento independentista es y será siempre pacífico», afirmó.

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, mostró su inquietud por el asunto. «Me acabo de enterar por los medios de comunicación. Lógicamente me preocupa. ¿Cómo no va a hacerlo?».

El PP y Ciudadanos compitieron por relacionar la actitud Torra con una supuesta radicalización del soberanismo. La portavoz de Cs, Lorena Roldán, utilizó una conocida frase del president para acusarlo. «Ahora ya sabemos qué quería decir Torra con el ‘apretad’. ¿’Apretad’ el detonador de los explosivos?», dijo.