Con unidad política independentista (de momento) y con una explícita voluntad de desafío a la justicia. Así respondió el president, Quim Torra, a la decisión del Tribunal Supremo de rechazar la suspensión de la orden de la Junta Electoral Central (JEC) de retirarle el acta de diputado tras la condena a un año y medio de inhabilitación por los lazos amarillos.

Ante el veto del Supremo del jueves a Oriol Junqueras como eurodiputado, Torra se garantizó de inmediato un blindaje: convocó al presidente del Parlament, Roger Torrent, y a los miembros soberanistas de la Mesa de la Cámara. Tras estas reuniones, el president compareció rodeado del Govern y los partidos independentistas para leer un comunicado que confirmó el desafío: «Soy diputado y president de Cataluña». «No reconocemos los efectos de esta resolución [del Supremo], que es un golpe de Estado a la soberanía del Parlament», añadió para reafirmar su plante.

En paralelo, Torra y el Parlament anunciaron recursos. Torra reclamó a la Junta Electoral Provincial de Barcelona que suspenda la ejecución del acuerdo de la JEC del 3 de enero -que indicó que tenía que ser inhabilitado- hasta que el Supremo «se pronuncie sobre el incidente de medidas cautelares». Pero pocas horas después de la decisión del Supremo, la Junta Electoral Provincial de Barcelona declaró vacante el escaño de Torra y ordenó acreditarse al siguiente en la lista. Tras conocerse esta resolución, Torra y Torrent se reafirmaron en mantener el acta de diputado. El desafío legal se consumaría si votase como diputado en el pleno del día 22. El líder del PP, Pablo Casado, les advirtió de que, en tal caso, podrían incurrir en los delitos de prevaricación y usurpación.

carles PUIGDEMONT / En este contexto, el juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena ha cursado un suplicatorio al Parlamento Europeo para que levante al expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont y al exconsejero Toni Comín la inmunidad que adquirieron cuando fueron elegidos eurodiputados.