El 'president' de la Generalitat, Quim Torra, ha decidido pasar al ataque en el juicio que puede concluir con su inhabilitación como jefe del Govern si se le condena por desobediencia a la resolución de la Junta Electoral Central (JEC) que le reclamaba retirar los lazos amarillos y 'estelades' en campaña electoral. No, no la complí la orden de la JEC, la desobedecí, pero es que era imposible cumplir una orden ilegal, todos los miembros de esta sala lo saben que era una orden ilegal, dictada por un órgano que no tenía la competencia. Cumplí con mi deber como president, defender los derechos y libertades de mis conciudadanos, que nos hemos tenido que ganar centímetro a centímetro y no permitiré nunca que sean vulnerados ni pisados", ha proclamado al final de su declaración, en la que no ha aceptado preguntas de la acusación particular ni de la fiscalía. "No ordenaré nunca a nadie que retire un lazo o 'estelada' o cualquier otro símbolo que considere que ha de lucir en su edificio", ha afirmado en relación a centros educativos o sanitarios de la Generalitat.

En un discurso de marcado carácter político -que también ha combinado con argumentos técnicos como que él no es competente sobre todos los edificios públicos de la Generalitat, o que las instrucciónes de la JEC no eran precisas-, Torra ha cuestionado al tribunal y a los miembros de la JEC -organismo del que ha negado el derecho a enviarle órdenes porque no es "un órgano superior jerárquico al 'president' de la Generalitat", y al que ha llegado a acusar de "coacciones" por las órdenes de retirar las pancartas y lazos-, ha hablado de un acto de "censura total" que no estaba dispuesto a permitir. De entrada, Torra ha protagonizado un rifi-rafe con el presidente del tribunal y del TSJC, Jesús Maria Barrientos, cuando ha anunciado que no respondería a las preguntas de la fiscalía. Y tampoco de la acusación particular de Vox, al que ha calificado de partido "franquista" y ha añadido que "Este país ha sufrido cuarenta años de dictadura fascista y por tanto no contestaré a la acusación de Vox", ante lo cual Barrientos le ha advertido que no permitiría "este tipo de descalificaciones".

ORDEN "ILEGAL"

"Era imposible cumplir la orden ilegal porque yo no quería prevaricar", ha alegado también. "La JEC me amenazó, y no tenía carácter de órgano superior al 'president', se ha de entender como un caso de vulneración del derecho a la libertad de expresión y de censura clara", ha insistido. Es más, ha asegurado que no contestó a la JEC sino que impugnó sus escritos.

Torra ha acusado a dos miembros de la JEC de tener posiciones políticas contrarias al soberanismo. Y siempre en un tono desafiante ha alegado que las 'estelades' y los lazos amarillos no son símbolos partidistas sino que generan un "gran consenso de la sociedad catalana". Es más, ha afirmado que en virtud de alguna resolución de Naciones Unidas sobre el juicio al 'procés', también la delegación del Gobierno en Barcelona debería lucir pancartas en defensa de los "presos políticos y exiliados".

INHABILITACIÓN Y MULTA

En el juicio, la fiscalía pide la inhabilitación del 'presdient' por un período de un año y ocho meses y una multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia al no haber acatado Torra la orden de la Junta Electoral Central que le reclamó retirar la pancarta con el lazo amarillo del palacio de la Generalitat y los lazos y 'estelades' de todos los edificios públicos de la Generalitat ante la convocatoria de las elecciones generales del pasado 28 de abril. Vox ejerce la acusación particular y pide una multa e inhabilitación por cuatro años.

En la lectura de los escritos de las partes, la defensa niega los elementos argumentativos de la fiscalía y la acusación particular.