Jesús María García Garde recordará mientras viva las tres horas de interrogatorio a las que le sometió, en abril de 1966, el jefe de la brigada político-social de San Sebastián, Melitón Manzanas González. "A lo mejor no recuerdo lo que hice ayer, pero tengo buena memoria y aquella fecha no se me borra porque estuvo rubricada por las torturas", dice este vendedor de bacalao de mediana edad, que cayó en manos de Manzanas cuando tenía 17 años.

ANULACION DEL GALARDON

García Garde desgranó ayer sus recuerdos ante el magistrado ponente de la sala tercera del Tribunal Supremo que instruye la demanda de IU reclamando la anulación de la Gran Cruz de Reconocimiento Civil que el Gobierno concedió al torturador Manzanas el 19 de enero del 2001. Hasta el abogado del Estado admitió en la vista que Manzanas era "torturador", si bien cumplió su trabajo en defensa de la decisión del Gobierno de otorgarle la medalla como víctima del terrorismo. A Manzanas lo asesinó ETA el 2 de agosto de 1968.

García Garde contó que había sido detenido por participar en una movilización estudiantil en el barrio obrero de Gros, en San Sebastián. "El propio Manzanas me preparó para el interrogatorio con insultos, golpes, porrazos en los pies, patadas en los testículos... Me pusieron la bolsa, era de tela de lona y la utilizaban para asfixiarme. Aquel tipo era especialista en dejar muy mal de la cabeza y de todo el cuerpo a la gente".

Las torturas no fueron diferentes de las que sufrieron otros detenidos como Miguel Laskurain, José Luis Egurola, Sotero y Mikel Irazusta, Sabino Tellería y algunos más que están dispuestos a declarar si el tribunal les llama. "Para mí fue una gran sorpresa --dijo García Garde-- que un régimen democrático concediera la medalla como víctima del terrorismo a un terrorista y premiara unas actuaciones fascistas con una ley democrática. Por eso, cuando me dijeron si quería declarar, contesté que contaran conmigo. Esto es lo que puedo aportar a la historia y a la democracia de este país".

Detrás de García Garde testificó el dirigente del PCE y miembro de IU Víctor Díaz Cardiel, quien recordó que estando en la cárcel de Carabanchel (Madrid), desde abril de 1965 a noviembre de 1966, conoció a varios torturados por Manzanas. Por Carabanchel pasaban los detenidos que eran procesados por el Tribunal de Orden Público.

´LA BOTELLA BORRACHA´

Díaz Cardiel manifestó que "Manzanas era un torturador como Saturnino Yagüe y muchos otros jefes locales de la policía política de la dictadura", pero aquél "era especialmente cruel". "Por ejemplo, a Víctor Lecumberri, Xavi , le clavó palillos, le arrancó uñas y le sometió a torturas insoportables", recuerda el veterano dirigente comunista, cuya detención, el 4 de abril de 1965, fue seguida de una paliza por el método de la botella borracha : metido en un círculo de 8 policías, le dieron golpes hasta que perdió el sentido.

Ayer, Díaz Cardiel recordó que Manzanas era tan cruel que "hubo brindis en la cárcel de Soria cuando se lo cargaron". En su opinión, "la medalla al torturador y antiguo colaborador de la Gestapo, es un insulto a los ciudadanos".