Los fiscales tuvieron su turno ayer para explicar los motivos que les llevan a acusar al mayor de los Mossos Josep Lluis Trapero, el exdirector general del cuerpo policial, Pere Soler, y del exsecretario de la Consejería de Interior Cesar Puig de un presunto delito de sedición y, alternativamente, de uno de desobediencia. Tiraron sus sospechas sobre contra el mando y la excúpula política de la policía catalana: “No solo omitieron toda actuación tendente a evitar” la consulta soberanista del 1-O, “sino que contribuyeron a poner a los Mossos “al servicio del plan secesionista” en connivencia con los dirigentes independentistas condenados por el Tribunal Supremo. Así calificaron de “pasividad absoluta” la actitud de la policía de la Generalitat durante el referéndum.

Este martes, serán los abogados defensores de los cuatro acusados (también está imputada la intendente Teresa Laplana) los que expongan sus tesis exculpatorias. En principio, se espera que Olga Tubau, la abogada de Trapero y Laplana, sea la primera de abrir el fuego. Después lo harán el resto de los letrados defensores: Cristóbal Martell (Pere Soler) y Fermín Morales (Cesar Puig). El tribunal ha fijado también la vista para mañana miércoles ante la posibilidad de que los informes de estos letrados sean extensos. Los acusados, al final y antes de que el juicio quede visto para sentencia, tendrán la oportunidad de utilizar la última palabra.