La trama de la supuesta conspiración en el atentado del 11-M quedará resuelta en el juicio que la Audiencia Nacional va a celebrar, a partir del próximo 15 de febrero, contra 29 procesados que se enfrentan a penas que superan los 200.000 años de cárcel por 191 asesinatos y 1.824 en grado de tentativa. El tribunal ha admitido la declaración como testigos de tres etarras y ha ordenado que se repitan las pruebas periciales sobre el explosivo empleado en la matanza.

La defensa del magrebí Jamal Zugam --imputado por haber sido reconocido por un testigo como uno de los autores de la matanza-- se ha curado en salud y ha pedido la práctica de una batería de pruebas. Los jueces han rechazado algunas de ellas, pero han aceptado que comparezcan en la vista los etarras Irkus Badillo y Gorka Vidal, que en febrero del 2004, 11 días antes de la masacre, vieron frustrado el traslado de una furgoneta a Madrid con 586 kilos de explosivos.

Además, los jueces han admitido que testifique el líder del comando itinerante de ETA Henri Parot, porque su nombre se encontró en un registro en la celda del argelino Abdelkrim Bensmail, condenado por pertenecer al Grupo Islámico Argelino (GIA) y procesado por integrarse en una célula captada para atentar contra la Audiencia Nacional.

Además, el tribunal justifica su decisión de repetir las pruebas periciales sobre el explosivo usado en la matanza con argumentos tan inesperados como que es necesario "despejar toda duda sobre el particular", ya que esas sombras han sido puestas de manifiesto por varias de las partes personadas --en su mayoría asociaciones afines al PP--. Los jueces también quieren "garantizar que en el futuro dicha prueba pericial pueda ser usada en otros procesos".

Un menor ya condenado

Los jueces no tienen en cuenta que la Audiencia Nacional ya condenó al menor G. M., el Gitanillo, a 6 años de internamiento en un centro de menores y 5 de libertad vigilada en enero del 2005 después de que reconociera que había trasladado a Madrid en un autobús, a principios de febrero del 2004, goma-2 Eco robada de la mina asturiana Conchita, y que dio al suicida Ahmidam.

La Audiencia ordena que esta nueva prueba sea practicada por dos policías, dos guardias civiles y un perito "por cada parte procesal proponente más otro por el resto de las acusaciones personadas que no hayan propuesto la prueba y uno más por las defensas". Todos ellos deberán presentar su escrito antes del 13 de febrero. Antes, las fuerzas de seguridad informarán de las "muestras-testigo" que hayan reservado y los "vestigios y/o resto de explosivos recogidos en todos y cada uno de los focos de las explosiones".

Por contra, los jueces se niegan a que declaren, entre los 600 citados, el expresidente José María Aznar y los dirigentes del PP Angel Acebes e Ignacio Astarloa por "no ser testigos directos". Con el mismo argumento, se rechaza el testimonio del juez Baltasar Garzón, del director del CNI y del director general de la policía autonómica vasca.