El exdirector general de la policía Agustín Díaz de Mera recibió ayer un nuevo varapalo del tribunal que juzga el 11-M. Los tres magistrados, con Javier Gómez Bermúdez a la cabeza, rechazaron la celebración de un careo del eurodiputado del PP con el comisario Enrique García Castaño, a quien identificó como la fuente que le habló de un supuesto informe que vinculaba a ETA con los atentados. En su auto, el tribunal reprende con dureza a los dos letrados de la acusación que sirvieron de correa de transmisión de De Mera y pidieron formalmente el careo.

Los jueces argumentan que, según la ley de enjuiciamiento criminal, el careo solo se practica cuando no es posible comprobar de otro modo que existe delito o la culpabilidad de alguno de los procesados. Y recriminan a los solicitantes de la diligencia: "No se alcanza a comprender, desde la posición procesal que les corresponde, cuál es el interés o incluso la legitimación para la propuesta".

Los magistrados también rechazan la propuesta de la Fiscalía para que testifique el excomisario general de Información Telesforo Rubio, a quien De Mera responsabiliza --junto al jefe de la Unidad Central de Información, José Cabanillas-- de adulterar el supuesto documento sobre la implicación de ETA. El tribunal alega que ya ha declarado la "fuente directa" de De Mera y que está pendiente de otras pruebas que le "permitirán valorar la credibilidad del testimonio". Una es la comparecencia prevista para hoy de Cabanillas.

DELITO DE DESOBEDIENCIA El que fuera jefe de la policía bajo el Gobierno de José María Aznar denunció, en su comparecencia del 28 de marzo, la existencia de un informe policial sobre los supuestos nexos entre ETA y los islamistas. Pero, su negativa a revelar la fuente le acarreó la imputación de un delito de desobediencia grave a la justicia y una multa de mil euros. Días después reveló que su fuente era Enrique García, exjefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), pero este lo negó en su declaración del 24 de abril.

PONENTE Los problemas para el exdirector de la policía llegaron ayer a Bruselas, donde protagonizó un agrio enfrentamiento con el PSOE en la Comisión de Libertades Públicas del Parlamento Europeo. El eurodiputado socialista Antonio Masip pidió que se retirara a De Mera la responsabilidad de ser ponente del informe sobre intercambio de archivos de antecedentes penales entre los países de la UE y otros informes relacionados con la colaboración policial y judicial, porque "está incurso en España en una causa de desobediencia grave a los tribunales".

De Mera replicó que aquello era "un golpe bajo" para escenificar "un linchamiento moral" en un uso "torcido y abusivo" de la Eurocámara en cuestiones nacionales. La petición del PSOE de retirar los informes a De Mera fracasó por falta de respaldo.