El tripartito vasco (PNV, EA y EB) cuestionó ayer la decisión del juez Baltasar Garzón de encarcelar a la alcaldesa de Arrasate, Inocencia Galparsoro (ANV), por colaboración con ETA. Dirigentes de los tres partidos que sostienen al Gobierno de Juan José Ibarretxe sugirieron que el juez de la Audiencia Nacional se adentra otra vez en el terreno de la política por interés de parte y para enconar un poco más la ya de por sí complicada vida institucional vasca.

Porque lo cierto es que ahora, con la alcaldesa en la cárcel, ANV perderá uno de los siete votos con los que cuenta en el Ayuntamiento de Mondragón. Así, la decisión de Garzón podría tener sus efectos en el futuro ante debates en los que Galparsoro pudiera hacer valer su voto de calidad. Esta consecuencia fue calificada ayer mismo de "perversa" por el portavoz parlamentario del PSE, José Antonio Pastor, pero la realidad es que ya se valora su importancia.

LAS DUDAS Los miembros del tripartito eludieron vincular de forma directa el esperpéntico debate sobre las llamadas mociones éticas de condena a la violencia durante la pasada semana en seis ayuntamientos y el arresto de Galparsoro. No obstante, pusieron en evidencia sus dudas sobre la intervención judicial.

El diputado peneuvista Emilio Olabarria tildó de "arbitraria" la actuación del juez y advirtió de que sus autos "preñados de incoherencias, no favorecen al Estado de derecho ni a la lucha antiterrorista, sino que la debilitan".

También el consejero de Justicia, Joseba Azkarraga (EA), preguntó sobre la oportunidad de encarcelar a la alcaldesa más nombrada desde que ETA asesinó el 7 de marzo al exedil de Mondragón Isaías Carrasco, justo ahora y por una actuación idéntica a la que Galparsoro mantenía hace meses. "Me gustaría no estar asistiendo a una irrupción más de la justicia en el campo de la política", dijo.

También el coordinador de EB y consejero de Vivienda, Javier Madrazo recordaba ayer que ANV pasó todos los filtros de legalidad cuando le interesó al Gobierno de Zapatero.

MOVIMIENTO TOTALITARIO La denuncia de los socios de Gobierno dio alas a los seguidores de la izquierda aberzale. En este escenario, el expresidente del PNV Josu Jon Imaz aseguró, en un artículo en el diario El Correo, que el "conflicto por excelencia en Euskadi" es la existencia de un movimiento totalitario que pretende eliminar al adversario. Imaz apunta que la principal tarea del nacionalismo debe ser la "deslegitimación política y social" de ETA y su movimiento. Y defiende un consenso entre las "principales sensibilidades" vascas.