Los partidos que sustentan al Gobierno vasco, PNV, EA e IU, no están dispuestos a disolver de inmediato al grupo de Sozialista Abertzaleak (SA), marca parlamentaria adoptada cuando se anunció la ilegalización de Batasuna, aunque no tomarán decisión alguna hasta que reciban el auto del Tribunal Supremo y la mesa de la Cámara, en la que son mayoría, lo debata.

Durante un desayuno con periodistas, el lendakari, Juan José Ibarretxe, defendió ayer como "legal, democrática y políticamente acertada" la decisión del legislativo vasco, que no actuó contra SA cuando el juez Garzón suspendió la actividad de Batasuna. La mesa del Parlamento adujo entonces que la jurisprudencia distingue la diferente naturaleza de un partido y un grupo parlamentario.

El presidente del Supremo, Francisco José Hernando, confirmó que, junto al auto que ordena la disolución de los grupos de HB-EH-Batasuna, remitirá a la Cámara vasca una providencia para que le informe sobre la identidad de los miembros del antiguo grupo de Batasuna y la de los que ahora forman el de SA (que son los mismos).

La junta de portavoces de la Cámara se reunirá hoy y el PP anunció su intención de solicitar que se adelante la cita de la mesa, prevista para el día 7 de mayo. El vicepresidente primero de la Cámara y secretario general de EA, Gorka Knörr, puso en duda que una instancia judicial pueda inmiscuirse en el funcionamiento y las reglas del legislativo.