El azote de los atentados terroristas perpetrados en Madrid el pasado 11 de marzo vuelve a sacudir Extremadura. Al dolor sufrido en los primeros días en las localidades cacereñas de Santiago de Alcántara y Arroyo-Malpartida por la muerte de Juan Alberto Alonso y Eduardo Sanz Pérez, se suma ahora el de los vecinos de Garrovillas por la pérdida de María Jesús Macías Rodríguez, una joven descendiente de este municipio cercano a Cáceres.

María Jesús, de 30 años y recién casada, desapareció el mismo día de los atentados, pero su familia no pudo localizar su cuerpo hasta seis días después. "Ha sido un duro calvario, un sin vivir hasta que conseguimos encontrarla, pues aunque yo presagiaba lo peor, la esperanza es lo último que se pierde", reconoció ayer a EL PERIODICO Aurelio Macías, tío de la joven fallecida.

Se da la circunstancia de que Aurelio, natural de Garrovillas, como lo son también sus dos hermanos y sus padres, es bombero de profesión y actuó en el rescate de las víctimas de los atentados, por lo que el hecho para él ha sido doblemente traumático. "Lo vivido en Madrid por esta masacre terrorista es algo difícil de describir. Personalmente, y llevo 35 años de bombero en Madrid, nunca me había sentido tan afectado ni impotente".

El día 11 de marzo, como cada día, María Jesús Macías subió en Coslada al tren en el que a diario se desplazaba a su trabajo. Alertada por la noticia de que se habían producido varias explosiones en trenes de cercanía, su madre trató de localizarla. Tras horas de incertidumbre, a las diez de la mañana "me llamó alarmada porque Chus no había llegado al trabajo ni contestaba al móvil", relata Aurelio, que recuerda que en ese momento él se encontraba en la calle Téllez actuando en otra de las explosiones.

"La magnitud de la tragedia y la elevada cifra de víctimas requería que siguiera ayudando, pero la angustia por no saber nada de mi sobrina era tan fuerte que al mediodía pedí permiso para iniciar su búsqueda". Así, desde el mediodía del jueves 11 y hasta las diez de la mañana del martes 16, "recorrí hospitales, andenes, pabellones de Ifema..., sin encontrar ni un solo indicio de su presencia, por lo que la realidad de su muerte se me hizo cada vez más firme".

Trágica localización

La desesperación llevó a Aurelio Macías a recurrir a los compañeros que en la mañana del atentado actuaron en la estación de Santa Eugenia, y fue precisamente un amigo el que le dio la trágica noticia. "Mi amigo me comentó que el cadáver de una chica que él había rescatado coincidía con la descripción de mi sobrina".

El cuerpo de la joven se encontraba en el tanatorio del cementerio de La Almudena, y a él se dirigió presuroso. Un anillo grabado, sumado a una posterior prueba de ADN, confirmaron que uno de los cuerpos que allí esperaban identificación era el María Jesús.

Conocida la trágica noticia, el alcalde de Garrovillas, Pedro Martín, envió un telegrama de condolencia a la familia, que hace años emigró a Coslada, Vicálvaro y Getafe, "pero que mantienen una estrecha relación con el pueblo, donde tienen casa y vienen en muchas ocasiones". Después, a petición de la familia, emitió un bando en el que ésta agradecía las muestras de afecto recibidas.