El etarra Francisco Javier García Gaztelu, Txapote , demostró ayer que en todo proceso de paz hay tragos difíciles de digerir. Txapote , miembro de la línea dura de la banda no solo no dio muestras de arrepentimiento de sus acciones --ayer acabó el juicio por el asesinato del dirigente socialista Fernando Múgica-- sino que insultó, incluso, al presidente del tribunal que le juzgaba en la Audiencia Nacional.

Fue en la segunda y última sesión del juicio por el asesinato por parte de ETA en 1996 de Múgica, que comenzó con la declaración de una testigo. El presidente del tribunal, Alfonso Guevara, pidió a Txapote , que se levantara para que la testigo le identificara, pero este se negó y fue obligado por la policía. Después el juez le dijo que se podía sentar y Txapote contestó: "Ahora no me da la gana". Entonces comenzó una gran trifulca en la que Txapote acusó a Guevara de montar "un circo". "Para monigote de circo tú, no yo", le espetó. Asimismo le dijo que no podía imponerse sobre él. Meses atrás, en sus dos primeros juicios en España, Txapote se negó a declarar, a colaborar con el juez e incluso fue expulsado de la sala por intentar lanzar una arenga en euskera al tribunal.

EL CASTIGO Txapote dio un par de patadas a la mampara blindada y permaneció el resto del juicio esposado y de espaldas al tribunal. El fiscal, Javier Zaragoza, y las acusaciones populares solicitaron que sea castigado con 72 años de cárcel, no solo por matar a Múgica, sino también por disparar en su huida a dos policías, robar un coche y falsificar diversas matriculas. Asimismo pidieron que cuando salga de la cárcel no pueda viajar a San Sebastián, donde vive la familia Múgica, durante 10 años, el máximo que permite la ley española en estos momentos.

Para el fiscal, "es absolutamente imposible que el tribunal dude" de la culpabilidad del acusado dado que dos testigos le reconocieron en el juicio, uno de ellos el hijo de Múgica. Además, el etarra ya condenado Valentín Lasarte contó hace años como diseñaron y llevaron a cabo el atentado terrorista. Zaragoza, amigo de Múgica, pidió al tribunal que aplique "la ley con rigor" para que la familia sienta "una cierta reparación".

LA DEFENSA El abogado de Txapote pidió la libre absolución del acusado y denunció que no había sido un juicio justo porque no se había respetado la libertad de defensa. Puso como ejemplo que el presidente del tribunal de la Audiencia Nacional no le había permitido ni siquiera hacer constar sus protestas e incluso insinuó que había "humillado" a Txapote cuando le hizo levantarse de su asiento.

La respuesta de Guevara, en un tono muy severo, fue solicitar al fiscal que estudiase el alegato de la defensa por si consideraba que le había acusado de torturas. En un ambiente más que tenso, Guevara dijo al acusado que si quería hacer uso de su turno de última palabra, pero este no encendió su micrófono. Txapote habló pero como no se le oía, el juez decidió dar el juicio por finalizado.