Las instituciones europeas y los dirigentes políticos de la Unión Europea (UE) se mostraban ayer más confiados en culminar con éxito el largo y problemático proceso de ratificación de la Constitución europea gracias al abrumador emitido por los españoles que acudieron a las urnas el domingo. Todos coincidían en que "servirá de ejemplo a los demás países".

La limitada participación en la votación se consideraba como un factor a tener en cuenta cara a los próximos referendos, más que como un porcentaje que pudiera deslegitimar el resultado. La Comisión Europea indicó que el Gobierno español es el único competente para decidir dónde está el nivel de participación suficiente. Sólo los grupos políticos opuestos a la Constitución se sentían fortalecidos por la elevada abstención y equiparaban la abstención a un voto de rechazo.

Francia, que será el siguiente Estado miembro que celebrará el referendo constitucional, estima que el español facilitará el respaldo de la población francesa. "Si el Tratado es bueno para los españoles, también es bueno para los franceses", argumentaron ayer fuentes gubernamentales de ese país. El presidente francés, Jacques Chirac, y los principales dirigentes franceses favorables al Tratado coincidían en destacar que "España ha mostrado el camino a los demás países". Algunos dirigentes planteaban incluso adelantar la convocatoria del referendo francés, que se prevé para finales del primer semestre de este año.

Hasta el poco euroentusiasta Gobierno británico considera que el español contribuirá de forma importante a vencer las enormes reticencias de la población del país. "Todo el Gobierno está muy satisfecho con el resultado. No podía haberse producido un más rotundo", declaró el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw. El Gobierno británico prevé que, tras el sí de los españoles, los demás países, "uno tras otro votarán que sí", lo que "ayudará a tranquilizar" a los británicos, que también se han comprometido a efectuar una consulta.

APRENDER LA LECCION La Comisión Europea fue ayer la primera en insistir en que hay aprender las lecciones del referendo español para tratar de lograr participaciones elevadas en las próximas votaciones. "El apoyo de los ciudadanos no debe darse por adquirido, sino que tiene que ganarse", advirtió la vicepresidenta del Ejecutivo comunitario Margot Wallström. "Los países deben asegurarse de que hacen todo lo posible para motivar a sus ciudadanos", insistió.

"Las campañas deben ser pedagógicas y más orientadas hacia los indecisos, que a los partidarios del no ", recomendó, por su parte, Valery Giscard d´Estaign, presidente de la Convención que se encargó de elaborar el proyecto de Constitución europea. Giscard, tras el voto español, también recalcó que hay que desligar la campaña de los referendos de las cuestiones de política interna para evitar que se vote contra quien convoca la consulta en lugar de responder a la pregunta.

Después de Lituania, Hungría y Eslovenia, España será el cuarto país en ratificar la Constitución europea. Los referendos más problemáticos serán Dinamarca, Polonia, República Checa y Gran Bretaña.