El presidente de la Unión Europea (UE), Herman van Rompuy, reclamó ayer de manera contundente a Marruecos que respete tanto los derechos humanos como a sus defensores, en referencia a la activista Aminetu Haidar. Este asunto y el futuro del Sáhara Occidental centraron la primera cumbre que la UE ha celebrado con un país árabe y que tuvo lugar durante este fin de semana en Granada.

El belga Van Rompuy habló con una rotundidad vista en contadas ocasiones hasta ahora (lleva en el cargo desde el pasado mes de diciembre). "Marruecos ha recibido una señal clara e inequívoca en esta cumbre", manifestó el dirigente europeo en la rueda de prensa que ofreció junto a José Luis Rodríguez Zapatero; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el primer ministro marroquí, Abás el Fasi. Su contundencia ahorró que el presidente español, como líder rotatorio de los Veintisiete, tuviera que hacer alguna referencia a la violación de los derechos humanos, un asunto espinoso en las relaciones bilaterales con España.

DEBATE "ACALORADO" La cumbre tenía que llenar de contenido el llamado estatuto avanzado del que goza Marruecos desde el 2008, y que le concede varios privilegios, especialmente en el plano económico, pero este asunto quedó relegado por la preocupación de los Veintisiete sobre la situación de los derechos fundamentales en el país árabe. Fuentes de la delegación europea explicaron que el debate privado entre los dirigentes europeos y los marroquís había sido "acalorado", aunque reconocieron que la declaración conjunta que firmaron todos ellos se había tenido que "edulcorar" a petición de los políticos del reino alauí.

En el informe que Human Rights Watch publicó el pasado mes de enero sobre la situación en Marruecos, esta institución denunció que en el 2009 las condiciones generales de los derechos humanos "se deterioraron". El documento afirma que Rabat, "con la ayuda de tribunales complacientes, usó las leyes represivas para castigar y encarcelar a opositores pacíficos, especialmente a los que violan los tabús contra las críticas al rey o la monarquía, cuestionan la marroquinidad del Sáhara Occidental o denigran el islam".

LIBERTAD DE PRENSA Reporteros Sin Fronteras también quiso lanzar su advertencia el viernes pasado, justo antes del inicio de la cumbre, sobre el "deterioro inquietante" que ha sufrido la libertad de prensa en Marruecos "en los últimos meses".

Van Rompuy afirmó que los Veintisiete quieren "ver avances" cuanto antes, aunque también quiso reconocer "los progresos" llevados a cabo por Mohamed VI en los últimos años. El presidente permanente se refería al trabajo realizado por la Comisión de Igualdad y Reconciliación (CIR). Este organismo arrojó luz sobre los crímenes de Estado cometidos durante el reinado de Hassan II (1961-1999), aunque ningún funcionario o miembro de las fuerzas de seguridad ha sido procesado por las violaciones cometidas en ese periodo.

El primer ministro marroquí, que se encontraba sentado justo al lado de Van Rompuy en la rueda de prensa, destacó esos "avances" y se quejó de que se intente destruir la imagen de Marruecos "por uno o dos casos" de violaciones de derechos humanos, delitos que, según dijo, son sancionados, algo que sin embargo no está pasando en los campos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia).

CONTENCIOSO "ARTIFICIAL" Mohamed VI no viajó a Granada para asistir a la cumbre, pero sí que envío un discurso que fue leído por su jefe de Gobierno. El monarca, a través de El Fasi, abordó el futuro del Sáhara Occidental, un contencioso que consideró "artificial". En su discurso, Mohamed VI reclamó el apoyo de la UE a su plan de autonomía para la excolonia española --una idea que Zapatero respalda desde hace tres años-- y que se olvide --aunque no lo dijo-- la convocatoria de un referendo.

El jefe del Ejecutivo español descartó hacer cualquier comentario sobre la supuesta "artificialidad" del contencioso y se limitó a solicitar que "las partes" alcancen un acuerdo "justo, sostenible en el tiempo y aceptado por todos". Fuentes diplomáticas añadieron que durante la cumbre no se abordó la posibilidad de que la misión de la ONU en el Sáhara Occidental (Minurso) tenga competencia para vigilar los derechos humanos porque no era el foro adecuado.