La Unión Europea y las instituciones internacionales alabaron hoy las medidas contra la crisis adoptadas por España, en un movimiento que pretende marcar las diferencias con su vecina Portugal, que esta semana tuvo que pedir la activación de un rescate ante la presión de los mercados. Los ministros de Finanzas de la UE, el Banco Central Europeo (BCE), el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la OCDE expresaron hoy su apoyo a España, según aseguró la ministra de Economía y Hacienda española, Elena Salgado, al término de una reunión celebrada en Gödöllö (Hungría). "Todas las personas que hoy han hablado han felicitado a España. De manera muy clara el FMI, que ha comenzado su intervención diciendo que, en los últimos seis meses, las noticias más importantes, más positivas que ha habido, venían de España", subrayó la vicepresidenta segunda del Gobierno. El presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, reconoció hoy que España ha adoptado medidas que van "en la buena dirección" y que han sido bien comprendidas por los mercados, aunque pidió seguir con "las políticas de prudencia". Antes de la reunión, los ministros alemán y sueco se habían pronunciado en el mismo sentido, uniéndose a las voces que en los últimos días han asegurado que Portugal será el tercer y último país de la zona euro en necesitar la asistencia de sus socios, tras Grecia e Irlanda. Salgado explicó tras la reunión ministerial de hoy que la "credibilidad" que ha logrado España "en Europa y fuera de ella" ha sido gracias a "pegar lo máximo posible las previsiones a los datos". En este sentido, defendió la validez de las cifras que presentó esta semana el Gobierno, en las que aumentó cinco décimas la tasa de paro prevista para 2011, hasta el 19,8 % y rebajó la previsión de crecimiento para los dos próximos años, hasta el 2,3 % en 2012 y el 2,4 % en 2013. Salgado dijo que esta previsión no es "pesimista", puesto que el crecimiento de 2012 será superior a la media europea, y consideró que España conseguirá mejorar su potencial de empleo si logra aprobar reformas pendientes como la negociación colectiva, la ley de servicios profesionales y la flexibilización de los horarios comerciales. "Si somos capaces de poner todo eso en marcha, sin duda alguna nuestra previsión con respecto al empleo mejorará", aseguró Salgado. Asimismo, preguntada por el efecto sobre la economía española de la subida de los tipos de interés, Salgado consideró que la variable que impulsó al Gobierno a reducir sus previsiones de crecimiento fue la subida del petróleo y la expectativa de tipos a largo plazo, distinta de la tasa a corto plazo, que es la que el BCE acaba de modificar al alza. Por su parte, ante las críticas de que la subida de los tipos de interés pudiera dañar la recuperación en las economías más débiles de la zona euro, Trichet recordó que la política monetaria del BCE se establece para los 17 países y 331 millones de habitantes que usan el euro. Salgado también consideró que parte de la mejora de la percepción de la economía española es atribuible al ejercicio de "transparencia" que va a efectuar España al someter a la práctica totalidad de su sistema financiero a las pruebas de resistencia. En este sentido, la ministra confió en que "hasta la última caja de ahorros" española podrá superar las pruebas de esfuerzo europeas una vez se complete el proceso de recapitalizaciones en marcha. Precisamente, la necesidad de efectuar pruebas de esfuerzo al sector financiero y de realizar las reestructuraciones necesarias una vez que se conozcan los resultados fueron algunas de las ideas expresadas por los representantes de la OCDE y el FMI, que se unieron a la reunión de ministros de Finanzas europeos durante la jornada de hoy para evaluar la respuesta europea a la crisis. Ambas instituciones enfatizaron la necesidad de continuar con el saneamiento de las cuentas públicas y las reformas estructurales para incrementar el potencial de crecimiento y empleo, con el objetivo de evitar que la crisis se alargue. Los ministros de Finanzas abrazaron estas propuestas, en una jornada en la que miles de personas se manifestaron en Budapest convocadas por la Confederación Europea de Sindicatos para protestar contra las políticas de recortes y exigir una Europa más social. Preguntada por este asunto, Salgado dijo que comprendía a los sindicatos y que, efectivamente, "las medidas de austeridad dificultan el crecimiento". "Lo que pasa es que lo hacen sostenible y ésa es la clave. La sostenibilidad", dijo Salgado, quien explicó que este caso es aplicable al caso de Portugal, pese a las críticas expresadas contra la dureza de las condiciones que suelen aplicarse a los rescates internacionales.