Al final UPN decidió abstenerse en la votación de los presupuestos generales del Estado. Su consejo político acordó ayer, por 163 votos a favor, cinco en contra y 12 abstenciones, hacer caso omiso a las advertencias del PP, pese a que esa decisión supone de hecho la ruptura del acuerdo que ambas formaciones mantienen desde 1991.

En el seno del partido regionalista surgieron inmediatamente voces discrepantes, que pese a quedar demostrado que apenas cuentan con respaldo en el partido, incluyen como cabeza más visible a uno de los dos diputados en Madrid, Santiago Cervera. Los populares dan por hecho que Cervera desobedecerá la orden dada ayer por la dirección de UPN, aunque bastaría la abstención de su compañero para provocar la ruptura entre ambas formaciones.

Durante varias horas, se reunieron en un hotel pamplonica los integrantes del consejo político, máximo órgano de UPN entre congresos. En una intensa reunión, se acordó por una amplísima mayoría la propuesta presentada por el comité ejecutivo, que pretendía garantizarse el apoyo del PSN-PSOE al Gobierno navarro. Los regionalistas, pese a ser la fuerza más votada en Navarra, están gobernando en minoría gracias a un acuerdo con los socialistas.

CAUTELA La respuesta del PP volvió a basarse en la prudencia, una actitud consecuente con la mantenida durante las últimas fechas. Fuentes de la dirección popular, reunida ayer en A Coruña en el marco de la unión interparlamentaria del partido, avanzaron que esta decisión no les sorprende, ya que, tras la reunión del pasado jueves entre el presidente regionalista, Miguel Sanz, y Mariano Rajoy quedó claro que UPN no iba a cambiar de postura. Sin embargo, los populares aguardarán hasta el día de la votación para comprobar si se produce la abstención.

En ese caso, considerarán que es UPN quien ha roto el acuerdo, que, según su interpretación, obliga a los navarros a votar a favor de cualquier iniciativa presentada por los populares en el Congreso. Y de hecho, la abstención se produciría al votar la enmienda a la totalidad presentada a los presupuestos por el PP. En todo caso, pretenden apurar los días que quedan hasta esa votación para intentar que los regionalistas reconsideren su decisión.

Para UPN, las exigencias populares son abusivas, y reivindicaron ayer su carácter de formación "autónoma", y no "una mera sucursal del PP en Navarra". Durante las últimas jornadas Sanz ya había adelantado estas tesis, que pasaban por explicar la oportunidad de abstenerse en la votación de los presupuestos socialistas con el argumento de que la actual crisis demandaba un esfuerzo de consenso.

Incluso llegó a pedir a Mariano Rajoy que no presentara una enmienda a la totalidad, sino enmiendas parciales para buscar acuerdos "en beneficio de España y Navarra". De fondo, subyace la necesidad de UPN de cumplir su acuerdo con el PSN, al que necesita para aprobar los presupuestos navarros. Como le recordó el vicesecretario general del PSOE, José Blanco, tocaba devolver el favor. Los socialistas renunciaron a gobernar con Nafarroa Bai "en un ejercicio de responsabilidad", que ahora exigía reciprocidad, según Blanco.

ESPADAS EN ALTO El diputado de UPN Santiago Cervera, cuyas tesis quedaron ayer en franca minoría, dijo tras la reunión que la ruptura con el PP es "una evidencia". Y Jaime Ignacio del Burgo, otro destacado dirigente regionalista, llegó a hablar de "refundación del PP en Navarra".

Las consecuencias de una ruptura son todavía una incógnita, aunque todas las partes admiten que una de las opciones más probables es que el PP dé por roto el pacto firmado en 1991 para fusionar sus fuerzas y arrebatar el Gobierno de Navarra al PSN. El acuerdo supuso la desaparición del PP en Navarra y la vinculación de UPN a las decisiones que los populares adoptasen en cuestiones del ámbito nacional y europeo. Pero todo apunta a que la situación cambiará ahora.