En su primer debate de política general como lendakari, Iñigo Urkullu, ha prometido este jueves que a partir del 2014 Euskadi iniciará su recuperación económica, aunque hasta entonces la situación seguirá siendo "dura". El jefe del Ejecutivo vasco ha mostrado su disposición a iniciar "un nuevo tiempo" fundamentado en "bases sólidas para el entendimiento y la concertación" entre los partidos, que debería desembocar en un nuevo estatus político "compartido" para el País Vasco. Una demanda que ha hecho pocos días después de que PNV y PSE sellasen un pacto en materia económica y fiscal.

Urkullu ha expresado que su Gabinete afronta una "situación complicada" porque "los recursos disponibles son escasos", pero ha recordado que el recién firmado acuerdo con los socialistas es una herramienta "de gran entidad y alcance" para mantener los servicios esenciales y, al mismo tiempo, emprender medidas de impulso económico. En concreto, ha desvelado que Gobierno de Vitoria estima que Euskadi podría llegar a crecer un 1% en 2014, tras dos años de decrecimiento

En su intervención, que ha abierto el pleno, ha admitido que su situación de minoría en la Cámara les ha empujado a buscar acuerdos entre todas los grupos del Parlamento vasco y entre todas las instituciones públicas. A su juicio, ahora existe la oportunidad de "dejar atrás el enfrentamiento" y de superar "la política de bloques y de bloqueos". Respecto a las relaciones con el Gobierno central, ha afirmado "tenemos mucho trabajo por hacer", porque "es necesario recuperar el respeto institucional".

"Este es el momento y el lugar de plantear, negociar y acordar un nuevo estatus político y jurídico para Euskadi", ha afirmado el lendakari para, acto seguido, apostar por que este camino se lleve a cabo desde los principios de "pluralidad, de rigor jurídico y de desarrollo de las posibilidades legales y legítimas". Evitando citar el proceso soberanista abierto en Catalunya, Urkullu ha insistido en la importancia del acuerdo entre diferentes, "desde el respeto y la reciprocidad", para consensuar una propuesta de nuevo marco jurídico-político en una ponencia parlamentaria.

Esta idea ha centrado las reacciones de los partidos de la oposición, la mayoría de los cuales han reprochado al lendakari la "inconcreción" de su proyecto. Urkullu no ha encontrado el menor apoyo, ni siquiera de los soberanistas de EH Bildu. Su parlamentario Juanjo Agirrezabala ha señalado que el PNV únicamente pretende "negociar el grado de dependencia con respecto a Madrid", sin concretar "absolutamente nada". Desde las filas socialistas, su portavoz, José Antonio Pastor, también ha manifestado sus dudas sobre la propuesta, que ha calificado de "etérea", por lo que le ha pedido más claridad y "menos incertidumbres".

Aún más reticencias han mostrado el PP y UPD. El portavoz popular en la Cámara, Borja Sémper, ha opinado que el lendakari solo ha generado dudas, al tiempo que ha insistido en que la prioridad es la reactivación económica y la lucha contra el paro, mientras el parlamentario de UPD, Gorka Maneiro, ha manifestado que Euskadi "no está para aventuras soberanistas" y ha adelantado que su partido se opondrá "contundentemente" a "cualquier tipo de iniciativa que vaya a romper la convivencia" en Euskadi o que desborde la "legalidad vigente".

Tan solo sus compañeros del PNV han respaldado a Urkullu. El portavoz parlamentario peneuvista, Joseba Egibar, ha señalado que su partido "no tiene miedo al diálogo y a la discusión" porque ha llegado el momento de abordar "sin tapujos y sin jugar al escondite" el debate sobre un nuevo estatus jurídico-político para Euskadi.