La semana pasada, un grupo de militares del Ejército de Tierra que realizaban unas maniobras en el emblemático monte Gorbea, entre las provincias de Alava y Vizcaya, colocaron una gran bandera española en la cruz metálica que corona la cima. El gesto fue considerado poco menos que una afrenta por los nacionalistas vascos que, a modo de desagravio, realizaron ayer una simbólica marcha montañera encabezada por diversos dirigentes del PNV y desplegaron una gran ikurriña en la cumbre.

Allí, en la cima de una montaña considerada como el punto de referencia del excursionismo vasco, Iñigo Urkullu, presidente del PNV, lanzó su arenga. "Euskadi --afirmó-- no es Perejil el islote del estrecho de Gibraltar que en el 2002 provocó un incidente entre España y Marruecos, ni un punto estratégico para que algunos claven su estandarte como signo de conquista".

Urkullu, que realizó el ascenso al monte acompañado por varios dirigentes y cargos públicos de su mismo partido, como Andoni Ortuzar, Josu Erkoreka e Izaskun Bilbao, y de varios centenares de personas que portaban ikurriñas al hombro, explicó que la marcha no había sido convocada "contra nadie ni como provocación de nada", sino como un gesto "de paz, de respeto a los demás, a la historia y a la naturaleza".

Rodeado por la niebla que acompañó en todo momento a la peculiar expedición, el presidente peneuvista tuvo unas palabras de homenaje para quienes "hace más de 70 años dieron su vida por la legalidad y su país en este lugar emblemático por los siglos de los siglos". Urkullu recordó, además, que esas colinas están "regadas por la sangre de los gudaris soldados vascos que dieron su vida por salvaguardar la dignidad" de Euskadi.

Asimismo, Urkullu destacó que el PNV ha desarrollado siempre su actividad "armado exclusivamente por la voluntad del respeto a todas las ideas y la convicción", y apeló a los elementos simbólicos de la cruz de hierro que corona el Gorbea para declarar: "El Partido Nacionalista Vasco reafirma hoy por ayer, 4 julio del 2009, que no hay patria, ni religión, ni proyecto vital que justifique la muerte".