Por si quedaba alguna duda, el presidente del PNV, Iñigo Urkullu, dejó bastante claro ayer que la consulta planteada por el lendakari, Juan José Ibarretxe, supone un pesado lastre para los nacionalistas. Una carga de la que intentarán deshacerse a las primeras de cambio, incluso aprovechando como excusa el recurso del Gobierno español ante el Tribunal Constitucional.

Urkullu rompió el silencio que mantenía desde que Ibarretxe desveló las preguntas de la consulta para afirmar que, a su entender, la papeleta debería haber incluido "un preámbulo" en el que se remarcase la condena expresa al terrorismo de ETA, extremo que el lendakari se comprometió a incluir y que obvió. Consciente de los recelos que suscita la propuesta en su partido, pero sabedor también de que el PSOE no está por llegar a un acuerdo con ellos, el líder nacionalista sigue nadando entre dos aguas. Así, al tiempo que valoró "correctas" las preguntas de la consulta porque se basan en "principios éticos y democráticos", aseguró que "no se abrirán las urnas" si el Constitucional declara ilegal la iniciativa. "El PNV nunca irá contra la legalidad", advirtió Urkullu pensando más en acotarle a Ibarretxe su campo de acción que en acentuar el desafío al Estado.

Tras justificar que la consulta es un derecho avalado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, Urkullu regresó a la línea radical y llegó a hablar de "intereses compartidos" entre PSOE, PP, la izquierda aberzale y ETA para tumbar los planes del lendakari. "No sé si hablar de estrategia compartida es demasiado, pero que existe una pinza para poner al PNV al pie de los caballos", aseveró.

Otra prueba del escaso entusiasmo con que los peneuvistas acogen el proyecto de Ibarretxe es que, según Urkullu, el partido no está trabajando para buscar el apoyo de EHAK al proyecto de ley, unos votos vitales para que el Parlamento apruebe la consulta. De hecho, prefirió apuntar a otros partidos: "aspiramos a tener el apoyo de Aralar, de la misma manera que aspiramos a tener el respaldo del PSE y del PP".

INICIO DE LOS TRAMITES Mientras, el Parlamento vasco inició la tramitación del proyecto de Ibarretxe. Los votos de PNV, EA y EB lograron que la Mesa de la Cámara admitiera a trámite el proyecto de ley con el rechazo del PSE y del PP, partido que presentará un escrito pidiendo a la Mesa que reconsidere la decisión. Esta postura de los populares supone que el asunto pasará a examen de la Junta de Portavoces, donde el tripartito está en minoría y en la que participa EHAK. Posiblemente será la junta del próximo viernes la que debata el asunto, lo que obligaría a EHAK a una toma de posición.