Los altercados contra los actos de Vox en los últimos días se han colado de lleno en la campaña electoral. El lendakari y candidato a la reelección del PNV en las elecciones del próximo 12 de julio, Iñigo Urkullu, puso ayer el grito en el cielo porque haya quienes «ante unas vulneraciones de derechos humanos pongan el grito en el cielo y ante otras miren para otro lado y las jaleen o aplaudan».

El dirigente nacionalista vasco hizo referencia así a EH Bildu, pese a no mencionar al partido en ningún momento. No obstante, la candidata a lendakari de EH Bildu, Maddalen Iriarte, había calificado el pasado sábado de «equidistante» la posición de Urkullu tras condenar los incidentes en los que la diputada de Vox Rocío de Meer resultó herida de una pedrada en Sestao.

«Es inaceptable, no hay dos varas de medir los derechos humanos», sentenció ayer el presidente vasco en Tabakalera, en San Sebastián, en el segundo día de campaña. Además, en este mismo sentido, Urkullu apostó por un futuro basado en «la cultura de la paz, la convivencia y los derechos humanos» e insistió en denunciar a aquellos que, «pasados 40 años, siguen sin querer reconsiderar su actuación».

En relación a la agresión de la diputada de Vox, el portavoz del Grupo Parlamentario de Unidas Podemos, Pablo Echenique, aseguró ayer que «solo hizo falta un poco de ketchup para que se tragaran un bulo como una catedral».

Así lo manifestó ayer en una publicación en su cuenta de Twitter, acompañada de un vídeo en el que De Meer explica que no acudió al hospital tras la agresión, sino que le curó la herida una persona de seguridad y que no necesitó puntos de sutura.

De Meer respondió a «todos los progres» que están preocupados por su salud que si su herida hubiera sido «un invento» se habría puesto una tirita y que no pudo ser atendida tras la pedrada porque estaban «atrapados». Y el líder de su partido, Santiago Abascal, publicó el parte médico de la diputada después de haberla «convencido», tal y como escribió en la red social, de ir a un centro sanitario. Abascal ha anunciado que denunciará a Urkullu por delito electoral» por los hechos.