Tres frases del secretario general de la Liga Arabe, Amr Musa, bastaron ayer para dinamitar la primera jornada de la cumbre sobre la lucha contra la discriminación hacia los musulmanes que la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) celebra en Córdoba. El dirigente egipcio reclamó que la mezquita y catedral de la ciudad andaluza pueda ser utilizada por los musulmanes, una petición que levanta ampollas en la Iglesia católica.

Ante la prensa, Musa fue preguntado sobre si creía que se debe abrir la mezquita a los practicantes del islam. "Claro que sí", dijo. "Todas las iglesias y mezquitas están construidas para orar y se utilizan para tal fin; creo que no hay ningún tipo de choque religioso, el choque sería más de índole político", añadió. Mansur Escudero, presidente de la Junta Islámica de España, ya ha pedido varias veces el uso conjunto del templo.

El ministro de Exteriores español, Miguel Angel Moratinos, presidente de turno de la OSCE e inspirador de la cumbre, dijo que el uso que se le quiera dar a la mezquita y catedral corresponde a la Iglesia. "Y lo que haga la Iglesia católica estará bien hecho", concluyó. En este sentido, la diócesis de Córdoba ya se manifestó por última vez, el pasado diciembre, subrayando el "uso exclusivo" para los católicos.

En la cumbre de la organización euroatlántica (Europa, EEUU, Canadá y Asia Central) participan los 55 países que la forman, pero los enviados son de bajo nivel diplomático.