La presentación en Madrid a cargo del ex secretario general del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba de un libro sobre el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, ha reunido hoy a dirigentes y exdirigentes del partido llamados a impulsar su reconstrucción, entre ellos la andaluza Susana Díaz y el aragonés Íñigo Urkizu.

Todavía con las heridas abiertas de la abstención a Rajoy y de la dimisión forzada de Pedro Sánchez, parte del PSOE y de su vieja guardia han exhibido esta mañana una imagen de unidad aderezada por la presencia espontánea del líder de los socialistas catalanes, Miquel Iceta, que ha intercambiado con ellos saludos y palabras de afecto.

Allí estaban -en la sede de la Organización Médica Colegial, junto al hotel donde acababa de fallecer la senadora Rita Barberá- Susana Díaz, Fernández Vara, Rubalcaba, el expresidente castellanomanchego José Bono, los vascos Patxi López y Eduardo Madina, el aragonés Íñigo Urkizu, el portavoz parlamentario Antonio Hernando y varios miembros de la gestora, como la extremeña Ascensión Godoy y la andaluz María Jesús Serrano.

A solo tres días de que Sánchez comience su gira por las agrupaciones para sopesar la posibilidad de concurrir nuevamente a las primarias y con el calendario congresual aún sin definir, Díaz y Vara han abogado por centrar el debate interno en las ideas y no en el liderazgo.

"Lamento defraudarla, pero en estos momentos eso no toca", ha contestado la presidenta cuando le han preguntado si está dispuesta a presentar su candidatura a secretaria general.

Una vez más ha vuelto a subrayar que ella está "centrada" en su trabajo en Andalucía y que lo que tienen que encarar ahora los socialistas en una Conferencia Política es una "reflexión de por qué los ciudadanos no han confiado" en ellos para gobernar en España.

También el presidente extremeño ha recalcado que "no toca" hablar de candidaturas, aunque ha dejado claro que en su opinión sería compatible la presidencia de la Junta de Andalucía y la Secretaría General del partido.

A ese respeto, ha recordado que el que fuera presidente de Aragón, Marcelino Iglesias, fue secretario de Organización del PSOE, mientras que el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, ha subrayado desde Sevilla que "no está escrito en ningún sitio" que sea incompatible presidir una comunidad autónoma y ocupar la Secretaría General del partido.

Por su parte, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dicho en Toledo que le gustaría que el PSOE celebrara su congreso antes del verano, aunque ha insistido como los demás en que primero hay que hablar del modelo de partido que se quiere y, después, elegir "a los mejores para ganar elecciones".

Durante el acto, Rubalcaba, que prologa el libro de Guillermo Fernández Martínez, hijo de Fernández Vara, ha explicado que en sus páginas describe lo difícil que es llegar a la primera línea de la política, pero ha advertido de que "lo verdaderamente difícil es abandonarla".

Rubalcaba ha dicho que llegar es "complicado", pero que irse es "complicadísimo", en un mensaje que algunos de los asistentes han aplicado a Pedro Sánchez.

El acto, que ha servido de reencuentro de la andaluza Susana Díaz y el catalán Miquel Iceta desde que se abrió la crisis entre el PSOE y el PSC, ha estado precedido por un desayuno de Iceta en el que ha dicho que no es "muy partidario" de modificar el protocolo de unidad que rige las relaciones con el PSOE desde 1978, si no es para mejorarlo sustancialmente.

"Lo que funciona, no lo toques", ha subrayado Iceta, reacio a que los socialistas catalanes salgan de los órganos federales y establezcan una relación "confederal" con el PSOE.

Aunque ha admitido que existe tirantez entre los dos partidos hermanos, Iceta ha mostrado su perfil conciliador y también bromista: "Últimamente no salgo de casa sin el protocolo y sin la declaración de Granada, si no me parece que salgo desnudo".

Presentado por el independiente Ángel Gabilondo y arropado por diputados diversos y pro la secretaria general de los socialistas madrileños, Sara Hernández, Iceta ha confiado en que el congreso del PSOE "se haga cuanto antes, pero que se haga en condiciones", y ha lamentado que en los últimos tiempos haya "mucha discusión sobre fechas y pocas sobre contenidos".

A su juicio, si los socialistas se ponen de acuerdo en qué hay que hacer en ese congreso, "la fecha acabará siendo lo de menos".

Partidario de hacer "un esfuerzo de cohesión interna y de unidad", Iceta ha señalado que habrá que evaluar a los candidatos a secretario general también por su capacidad "de unir al partido en una situación muy difícil".

Como primer secretario del PSC ha dicho que no se va a pronunciar por ninguna candidatura, "y menos por las que no han sido presentadas".

En este contexto, ha recordado que en las primarias de 2014 él votó al representante de la corriente Izquierda Socialista José Antonio Pérez Tapias, porque "era el único que sabía qué quería hacer", y en el futuro, cuando haya que escoger líder de nuevo, se decantará -sin hacerlo público- por aquel que presente el proyecto político que más le convenza y no se moverá ni por simpatías ni por afinidades personales.

Si durante los dos últimos años el PSC respaldó a Pedro Sánchez, ha explicado, fue por "cultura de partido", porque "el líder siempre merece el apoyo de todos" le hayan votado o no.