Madrid La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega (en la foto, con periodistas), tuvo ayer que justificar la presencia en febrero de Zapatero --defensor del laicismo-- en un desayuno de oración organizado por un grupo ultracristiano de EEUU, al que le ha invitado Barack Obama. Y lo hizo apelando a la "tradición" que tiene el acto, que se celebra desde hace más de medio siglo. "El presidente se siente honrado de participar, pese a que en Europa tengamos tradiciones distintas", dijo.