La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se desplazó ayer a Haití, el país más pobre de América Latina, y uno de los más peligrosos, para demostrar el compromiso del Ejecutivo con este territorio, donde el 76% de la población vive con menos de dos dólares al día. El ministro de Exteriores, Miguel Angel Moratinos, ya visitó Haití en primavera, aunque hacía más de 60 años que un miembro del Gobierno español no pisaba esta parte de la isla de La Española. De la Vega prometió al presidente haitiano, René Preval, casi duplicar la inversión en cooperación.

Entre el 2004 y el 2007 España donó a Haití 40 millones de euros y la vicepresidenta prometió ayer otros 67 millones de euros hasta el 2013. Por su parte, Preval prometió aplicar el acuerdo para la protección de las inversiones recíprocas, lo que permitirá a las empresas españolas invertir en el país.

La número dos del Ejecutivo central visitó la sede de la ONU en el país, donde trabajan unos cuarenta policías, y reafirmó el compromiso del Ejecutivo con las misiones civiles del organismo. De la Vega también conoció la pobreza del barrio Cité du Soleil, en Puerto Príncipe.