La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, inició ayer en Costa Rica una gira preparatoria de la próxima Cumbre Iberoamericana que tendrá lugar en la ciudad de Salamanca los próximos 14 y 15 de octubre.

El objetivo principal de esta gira, que también le lleva a Chile, Argentina, Brasil y Uruguay, es trabajar para mejorar la eficacia de este tipo de reuniones y convertirlas en un instrumento real para que los jefes de Estado y de Gobierno debatan sobre los problemas de los ciudadanos. Por este motivo en Salamanca se reunirán dos foros de carácter económico y social que trasladarán después sus conclusiones a los mandatarios para que éstos las discutan.

EXCUSAS DE PACHECO Durante la reunión que De la Vega mantuvo ayer con el presidente costarricense, Abel Pacheco, éste le presentó sus excusas por el incidente que obligó a la vicepresidenta a retrasar dos días su visita al país, ya que la asamblea legislativa no aprobó el permiso para aterrizar hasta dos horas antes de la llegada del avión.

Costa Rica es un país sin Ejército que precisa de autorización parlamentaria para admitir la llegada de una nave de las fuerzas armadas de cualquier país extranjero. El pasado lunes, Pacheco se refirió al incidente, y habló de "culpa compartida" por ambos países.

LLAMADA DEL REY El presidente explicó que el viernes pasado recibió una llamada telefónica del rey Juan Carlos interesándose por el retraso y la autorización del aterrizaje. Según Pacheco, el monarca admitió que España no informó con la suficiente anticipación del itinerario por cuestiones de seguridad.

En la entrevista que mantuvo De la Vega con Pacheco, éste expresó su apoyo a la alianza de civilizaciones propuesta por el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, así como su coincidencia en cuanto a la necesidad del consenso para reformar el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.