Las empresas españolas con inversiones en Ecuador ya empiezan a notar la llegada de Rafael Correa a la presidencia de esta república. Con un discurso populista que recuerda al de otros dirigentes latinoamericanos como el del venezolano Hugo Chávez o el del presidente de Bolivia, Evo Morales, también en Ecuador ahora han cambiado sustancialmente las reglas del juego.

La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, se reunió con una quincena de estos empresarios españoles y les trasladó un mensaje de tranquilidad. Aseguró que Correa le había mostrado su disposición a negociar y a permitir la entrada de inversiones. Y, frente a advertencias del presidente ecuatoriano, como la que ha dirigido a Telefónica avisándola de que "se prepare" en la negociación de su contrato --que finaliza en el 2008--, la vicepresidenta afirmó que le había comunicado a Correa que la compañía "está preparada".

NUEVAS REGLAS De la Vega trasladó la inquietud de los empresarios españoles ante las posiciones de la nueva Administración ecuatoriana, y pidió a este Gobierno que garantice seguridad y estabilidad para poder mantener y ampliar la presencia económica en Ecuador. Correa ha insistido en diversas ocasiones en que su Gobierno marcará nuevas reglas, y la vicepresidenta le solicitó que estas reglas sean claras para evitar problemas. "Yo le he pedido diálogo e interlocución con las empresas españolas", confirmó De la Vega a los inversores.

De la Vega remarcó que "la incertidumbre es incompatible con la envergadura de algunas de las decisiones que las empresas españolas están a punto de tomar". Este es el caso de Repsol YPF, que no lo va a tener nada fácil. La petrolera española tiene un contrato que le permite explotar el bloque amazónico 16 en Ecuador, y este acuerdo finaliza en el 2012. Repsol YPF aspira a ampliarlo 10 años más, pero Quito ya ha avisado de que la negociación será dura. Correa asegura que está dispuesto a facilitar las inversiones extranjeras, pero "sin privilegios".