La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, ha declarado que el Ejecutivo va a seguir trabajando por la paz sin "cambiar de rumbo" y sin moverse "ni un milímetro" de las reglas del juego fijadas, por lo que, ha insistido, no aceptará "intimidaciones, coacciones o chantaje".

La dirigente socialista ha realizado esta advertencia en Maó (Menorca), como respuesta a los últimos incidentes en el País Vasco. "Se puede decir más alto, pero no más claro. No aceptaremos nunca intimidaciones, coacciones o chantajes de nadie", ha agregado.

"Los ciudadanos saben que el Gobierno trabaja por la desaparición definitiva de la violencia, sin moverse ni un milímetro de las reglas de juego que hemos fijado, sin deslizarnos ni un milímetro de la ley, del Derecho y de las reglas de juego de una sociedad democrática", ha destacado.

Críticas al PP

De la Vega ha recriminado al PP que no "se contenta" con "negar" su respaldo al Gobierno en España y en el Parlamento europeo, sino que, además, "retuerce la realidad hasta convertirla en un espejismo". "¿Se puede ser más alevosamente desleal, tan vergonzosamente maledicente", se ha preguntado.

Para la política del PSOE, el principal partido de la oposición "organiza todo el ruido de que es capaz, siembra la confusión y, si es necesario, recurre al engaño". "Ni en la oposición ni en el Gobierno vale todo. Los intereses de España y los españoles están por encima de los particulares", ha subrayado.

Asimismo, ha lamentado que el PP no tenga la "generosidad y conciencia democráticas precisas" para igualarse al PSOE, que respaldó al Gobierno cuando, según ha dicho De la Vega, Mariano Rajoy "acercaba presos a Euskadi". "Sabíamos que lo principal era lograr la paz, y no pensábamos en quién se atribuiría luego el mérito. Porque la paz es de todos, y sólo es posible con todos", ha concluido.