Las fuerzas de seguridad marroquís descubrieron ayer, junto a la frontera de Ceuta, un coche del que sospecharon que podía contener explosivos. No obstante, los primeros análisis apuntaban a que se trató de un falso aviso. El vehículo, un Ford blanco con matrícula española, llevaba varios días abandonado a dos kilómetros del paso fronterizo del Tarajal, que separa España de Marruecos, lo que despertó las sospechas de los vecinos de la localidad de Fnideq, que avisaron a la policía, según explicó a este diario Yamal Uahbi, periodista del diario marroquí Assahifa. Tras una primera inspección, un responsable de las fuerzas de seguridad marroquís señaló que habían encontrado en el interior del coche un líquido. Ese mando policial precisó que los análisis sobre el terreno revelaron que no se trataba de una substancia explosiva. No obstante, avisó de que la inspección no se había dado por terminada.

Los agentes, por temor a que el coche estallara, lo trasladaron a una zona apartada conocida como La Alcantarilla de la Cerveza. Policías, gendarmes y miembros de las Fuerzas Auxiliares acordonaron la zona antes de la llegada de la policía científica.