Una veintena de militantes y simpatizantes del PSOE han acudido hoy, pese a la lluvia, a la calle Ferraz de Madrid para reprobar el previsible giro a la abstención que decida el Comité Federal de los socialistas.

Quizá por la lluvia intermitente, o por las ocasionales tormentas que parece no pararán hoy en Madrid, apenas llega a veinte el número de personas que se han apostado en la acera de enfrente a la sede del PSOE, detrás de una sucesión de vallas azules que ha desplegado la Policía Nacional.

El orden de la protesta contrasta con el caos que se generó en el anterior Comité Federal de los socialistas, el del 1 de octubre, el que provocó la dimisión del ya ex secretario general del partido, Pedro Sánchez.

De hecho, desde las 8.00 horas cinco furgones policiales y una veintena de agentes ya custodiaban el edificio del PSOE, aunque entonces lo que abundaba en la calle eran los periodistas y sus paraguas. A esa hora, sobre Madrid, no paraba de llover.

Con el amanecer, el orden que no hubo el pasado día 1 empezó a manifestarse. La oficina de prensa del Partido Socialista ha dejado entrar a la sede a los informadores, que empezaron alrededor de las 8.30 horas a colocarse en fila para acreditarse y poder trabajar hoy desde el interior de las instalaciones.

Pasadas las 9.00 horas, los agentes han desplegado dos hileras de vallas: una para delimitar la zona de prensa, lo que ha llevado a la Policía Nacional y a la Policía Local a cortar el carril bus; y otra destinada a acotar un espacio para los manifestantes en la acera de enfrente, lo que también ha provocado que se bloqueen los huecos de aparcamiento.

Según empezaron a llegar los primeros dirigentes de los casi 300 que integran el Comité Federal, aparecieron los primeros ciudadanos contrarios a la abstención, algunos militantes, otros simpatizantes, pero lo hicieron entonces de forma aislada, y sus gritos sonaban como ecos solitarios en la calle Ferraz.

Luego se unieron otros, la mayoría veteranos, menos un joven que, según ha señalado, ha vivido en Andalucía y se ha expresado, de modo vehemente, contra la presidenta de la Junta, Susana Díaz, a la que culpa de haber alentado "un golpe de Estado" en el PSOE, en connivencia con el expresidente del Gobierno Felipe González.

A los dirigentes que iban llegando partidarios de mantenerse en el "no", los ciudadanos le transmitían su ánimo, mensajes de resistencia, expresiones como "aguanta" o "no te muevas". Y es lo que ha vivido la secretaria general del PSOE-M, Sara Hernández, o el la presidenta de Baleares, Francina Armengol.

Con el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, hoy el máximo adalid del "no" a la investidura de Mariano Rajoy, han tenido que esperar a que se disgregara la multitud de periodistas que le rodearon al llegar, porque ha sido tal la expectación mediática que se ha abalanzado sobre él que desde la acera de enfrente ni se le podía ver. Descubierto Iceta, le han gritado su ánimo.

En cambio, con quienes se han pronunciado a favor de la abstención, o con quienes sin mencionar la palabra son partidarios de que haya gobierno cuanto antes, los gritos aislados eran más ofensivos.

"Se han vendido", "Dónde está mi voto", "Sois corruptos", "Vais a votar con los corruptos del PP" o "No a la gestora" han sido algunos de los eslóganes que esporádicamente, pero en volumen alto, se han escuchado esta mañana en Ferraz, en donde la lluvia, e incluso la previsión de que no pare de caer, ha mermado la convocatoria de los ciudadanos que no quieren la abstención.