La familia real venció ayer con claridad en Móstoles, con cerca de 20.000 personas dispuestas alrededor de los distintos espacios públicos donde se conmemoró el bicentenario del Dos de Mayo. El Rey no dudó en estrechar manos y en satisfacer las muestras de cariño de los vecinos.

Con José Luis Rodríguez Zapatero, la cosa no fue tan unánime. Hubo gritos de "fuera" cuando llegó a la plaza Padrillo, donde se celebró el primer acto. Pero también aplausos.