Los técnicos de la Xunta de Galicia estudian el desvío de la mancha que baja por el río Umia por el incendio registrado ayer en la nave de productos químicos de Brenntag, en la localidad pontevedresa de Caldas de Reis.Los consejeros de Medio Ambiente y de Pesca, Manuel Vázquez y Carmen Galego, han mantenido esta mañana una reunión en Cambados con los alcaldes de los municipios afectados, para analizar la situación y elaborar las estrategias a seguir.Fuentes de Medio Ambiente han informado de que los primeros análisis indican que el vertido contiene productos orgánicos derivados del petróleo "altamente tóxicos, pero muy volátiles". También se ha constatado que la mancha avanza muy lentamente por el curso del río, de forma que se encuentra a cuatro o cinco kilómetros del lugar en que se produjo el vertido.Se ha comprobado asimismo que existe vida piscícola río abajo y que la mancha no ha llegado a las zonas de captación de agua para la población de los ayuntamientos afectados, que son los de Vilagarcía, O Grove, Meis, Ribadumia, Meaño, Cambados, Illa de Arousa, Vilanova y Portas, con un total de unos 100.000 habitantes.Restricción del consumo de aguaEstas mismas fuentes han insistido en que la captación de agua del río Umia ya se suspendió ayer, por lo que existe una "garantía absoluta" de que el agua que sale del grifo es potable. No se tomará agua de este cauce hasta que el problema esté totalmente resuelto.No obstante, los representantes municipales, de la Diputación y de la Xunta han demandado de la población que se restrinja al máximo el consumo, para que las vías alternativas puedan mantenerse sin llegar al corte del suministro.Con la información de los primeros análisis y las circunstancias del desplazamiento de la mancha y la situación río abajo, los responsables de las distintas administraciones estudian una "nueva estrategia". Se trataría de hacer una especie de baipás al río para canalizar la mancha y separarla del curso del cauce.El objetivo es recuperar el agua de suministro a la población, pero también impedir que la contaminación llegue al mar, pues en la desembocadura del Umia se encuentra un rico banco marisquero y se verían afectadas también zonas de bateas de producción de mejillón.