El Gobierno dio ayer el primer paso en firme para mejorar la seguridad de los barcos españoles que trabajan en el océano Indico, y prevenir nuevos secuestros por parte de piratas somalís como el del atunero Alakrana . El Consejo de Ministros dio el visto bueno a un informe para reformar por decreto ley los reglamentos de seguridad privada y armas y permitir que personal autorizado se embarque en los pesqueros con armamento de guerra de hasta 20 milímetros de calibre (lo que incluye ametralladoras de tipo medio y fusiles de asalto).

La decisión, reclamada por los armadores, tendrá efectos "preventivos y disuasorios", según matizó la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega. El uso de las armas estará regulado por los diferentes "protocolos de actuación" y las empresas privadas de seguridad que se contraten deberán cumplir la legislación española y europea, con "agentes formados y que cumplan los reglamentos establecidos", añadió. Con ello se pretende evitar que la medida acabé derivando en un aumento generalizado de la violencia en la zona.

El informe será remitido con urgencia al Consejo de Estado para su aprobación definitiva la semana que viene, lo que permitirá que entré en vigor a principios de noviembre. Tras el anuncio, los responsables de las dos principales asociaciones de barcos congeladores y atuneros, ANABAC y PAGAGAC, avanzaron que en "15 días" se embarcarán los primeros agentes de seguridad privados, con destino a las costas de Somalia. Pese a mostrar su "satisfacción" por el acuerdo, la patronal reiteró que lo "ideal" para la protección de la flota pesquera en el Indico sería contar con la presencia en los barcos de militares, tal y como sucede en los buques franceses. "Seguiremos luchando por esta opción", aseguraron los portavoces de los armadores, pese a que el Ministerio de Defensa mantiene su negativa al respecto.

Sobre la situación del Alakrana , que suma ya 23 días secuestrado, De la Vega desveló que, tras cinco días sin noticias, varios tripulantes del atunero se pusieron ayer en contacto con sus familias y les transmitieron que todos "están bien".