Los partidarios del actual presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Juan Antonio García Casquero, y de su antecesor, el controvertido Francisco José Alcaraz, se enfrentaron ayer entre gruesos insultos y acusaciones en la asamblea anual de la organización, convocada para aprobar en votación la gestión de la junta.

"Esto es una vergüenza", gritaron desde una parte de la sala. "Eres un caradura", se acusó a García Casquero. "Chorizo, nos has engañado", se le insultó más tarde. La AVT, fundada en 1981 y que cuenta en la actualidad con unos 3.200 socios, no salió indemne de la anterior etapa gobernada por Alcaraz, que utilizó la asociación como un mazo contra la política antiterrorista del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Con Alcaraz al frente, la AVT clamó contra la negociación con ETA (la mayoría de los socios son víctimas directas o familiares de blancos de la organización terrorista), pero cambiada la estrategia por parte del Gobierno las aguas no han vuelto a su cauce, desde el punto de vista de los más alcarazistas.

"Lo que dice García Casquero un día, te lo niega al siguiente", aseguró el delegado de la AVT en Palencia, Chema Arconada. Este le regaló al actual presidente de la asociación de víctimas lo que se supone que tiene que ser el peor de los insultos en ese ambiente: "Es un entregado a Alfredo Pérez Rubalcaba".

Entre los asistentes a la asamblea se encontraba, por ejemplo, José Antonio Ortega Lara, víctima del secuestro más largo realizado por ETA en 50 años de historia. El exfuncionario de prisiones y militante del PP fue también crítico con la gestión de García Casquero.

Al final, la tensión se evidenció en las votaciones. La gestión de la actual junta mereció el respaldo del 60% de los 400 votos, de los cuales solo la mitad fueron presenciales. Con voluntad de subrayar lo ajustado del resultado salido de las urnas, los afines a Alcaraz recordaron que en su etapa ese tipo de consultas se ganaban por unanimidad.