Por su condición de portavoz socialista en el Congreso, el que debe entenderse con socios de Gobierno como ERC, es reconocido como el gran negociador. Pero quienes han seguido su larga trayectoria lo consideran un viejo zorro que lo sabe todo. Con Felipe González fue ministro de Educación, y luego de Presidencia y portavoz del Gobierno. En el PSOE apostó por Bono, pero acabó con Zapatero.