El fiscal jefe Anticorrupción Carlos Jiménez Villarejo anunció ayer al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, que tiene previsto acogerse a la jubilación voluntaria después de que el Consejo de Ministros aprobara precisamente en su reunión de ayer el nombramiento de Antonio Salinas como nuevo responsable de Anticorrupción.

Aunque en su carta a Cardenal no explica los motivos de su decisión, Villarejo muestra así su protesta por la decisión del Consejo Fiscal de sustituirle en el cargo por el candidato defendido por Cardenal.

De no haber pedido la jubilación, Jiménez Villarejo debía incorporarse al Tribunal Supremo, por su condición de fiscal de Sala, aunque no tendría ninguna jefatura. Villarejo, de 68 años, se jubilaría así dos años antes de la edad oficial fijada para jueces y fiscales, que es de 70 años.

En el Consejo Fiscal celebrado esta semana, Villarejo obtuvo cuatro votos frente a los cinco de Salinas, que tomará posesión como fiscal jefe Anticorrupción el martes.

Junto a la carta solicitando la jubilación, Villarejo también hizo llegar ayer a Cardenal otro escrito en el que vuelve a pedirle que le autorice a investigar los motivos de la traición de los dos diputados socialistas de Madrid.