La violencia callejera siguió ayer en Euskadi. El episodio más grave tuvo como objetivo a la exparlamentaria del Partido Socialista de Navarra (PSN), Asun Apesteguía. La fachada de su domicilio en el barrio pamplonés de La Chantrea y su vehículo particular fueron atacados por los radicales con diversas botellas incendiarias durante la madrugada de ayer.

También la sede de UPN en la localidad navarra de Viana amaneció con pintadas amenazantes, de exaltación de ETA y dibujos de dianas. El secretario general de esta formación, Alberto Catalán, condenó tanto estas pintadas como el ataque contra Apesteguía. Catalán aseguró que los partidos democráticos "no van a ceder a la presión y el chantaje de los violentos".

El Gobierno de Navarra también condenó los ataques de "terrorismo callejero" perpetrados en la Comunidad foral. El Ejecutivo destacó en un comunicado que "estos atentados no van a conseguir amedrentar a la sociedad e imponer el terror". Asimismo, pidió a los ciudadanos que confíen en el Estado de derecho para derrotar a quienes atentan contra la democracia mediante la violencia y el chantaje.

En la misma línea, los socialistas navarros condenaron el ataque contra Apesteguía y subrayaron que los violentos "no van a conseguir nunca sus objetivos a través del miedo y la coacción permanente", porque, a pesar de los daños causados por las acciones de los violentos, "el Estado de derecho es siempre más fuerte".